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lunes, 10 de noviembre de 2008

Benicio del Toro






Soy mujeriego, pero las mujeres también son ‘mujeriegas’ conmigo..

Antes del estreno de Che, el argentino, donde personifica al revolucionario Ernesto Guevara, el actor de Traffic –ganador del Oscar en Hollywood y de la Palma de Oro en Cannes– vino por segunda vez a Buenos Aires. Aquí habló con GENTE sobre su pasión por el Che, sobre Monzón, Fangio, Maradona y Evo Morales y, por supuesto, sobre las damas, una de sus otras debilidades.

Disculpa el atrevimiento pero, ¿no me obsequiarías? –Benicio Del Toro le pregunta al fotógrafo, que ya empieza retirarse con la bandera celeste y blanca en su mano.
–Claro que sí. Por supuesto –responde éste, y se la entrega.
–Mil gracias. La conservaré entre mis grandes recuerdos –cierra la entrevista el morocho de 1,88 m, que media hora antes había llegado, apuradísimo, cansado tras un largo viaje y con una bolsa de alfajores Havanna debajo de su brazo izquierdo, al lobby del Faena Hotel, para encontrarse con GENTE.

–¿Segunda vez entre nosotros, Benicio?
–Sí, segunda vez (habla un español casi perfecto). Estuve para estos meses, en el 2006.

–¿Trabajo o placer?
–Trabajo. Había venido a buscar locaciones para la película del Che.

–¿Ya empezaba a conectarse con la figura de Ernesto Guevara?
–(Le da un sorbo a su café) Todo esto del Che comenzó bastante antes, en 1994, cuando surgieron las remeras con su figura y las inscripciones de Hasta la victoria, siempre. Guevara se convierte en una figura trendy a fines de los 60’, principios de los 70’. No era mi época. Entre 1976 y 1985 no se difundían cosas del Che en Puerto Rico. En mi escuela no se conocía nada. O quizá hasta lo ocultaban.

–¿Entonces?
–Llegué a los Estados Unidos, y menos que menos. A los 20, visitando México, hallé un libro suyo y las cartas que le había escrito a la familia. Lo leí y me conmovió de la misma manera que me conmovía Ernest Hemingway. A partir de ahí se inició, poco a poco, mi interés: me enamoré de su vida. Hacia 1997 aparece Laura Bickford, la productora que me acompañó acá e impulsa nuestro proyecto, que dura cuatro horas y media y se acaba de convertir en la película más corta que se ha hecho sobre el Che. Y mira que he visto todas las anteriores…

–Ahora, a usted como actor, ¿qué cosas le han agradado del Che y cuáles no?
–(Mira la hora en su Rolex) La mayoría de las cosas me gustaron. Y las que no, no considero necesario achacárselas. El no nace en Argentina, se cría en Córdoba, ve leprosos y punto… El Che sale de la historia entera de todo un continente, con rabia, cosa que lo hace tomar un fusil. Eso es algo que yo podría reprocharle, pero no lo hago, porque antes lo entiendo.

ENTRE BENICIO, EL PRODUCTOR Y… ¿OBAMA? Vio la luz el 19 de febrero de 1967 en Santurce, Puerto Rico. Es hijo de padres abogados (Gustavo y Fausta, que falleció de hepatitis cuando Del Toro sumaba 9 años), y tiene un hermano mayor (Gustavo, oncólogo) que reside en Nueva York. Se educó en una escuela católica. Se interesó por la actuación tras aparecer en una obra de la universidad. Abandonó entonces los estudios y apostó por su vocación actoral. Debutó en la serie Miami vice y fue extra en el videoclip La isla bonita, de Madonna. Hoy goza de fama, dinero y el respeto de sus pares y la industria del séptimo arte.

–¿Ayuda haber ganado un Oscar en Hollywood y una Palma de Oro en Cannes?
–Poco. Es aportarle un importante granito de arena a tu carrera, y punto. Te facilita desde el lado económico. El cine es muy caro y distribuir una película, bien difícil.

–¿Se refiere a su flamante labor de productor en esta esperada cinta de Steven Soderbergh?
–El productor no necesariamente es el que tiene que poner el dinero. Busqué y uní gente, hice de intermediario con el idioma (ni Soderbergh, el director, ni Laura Bickford, la citada productora, hablan español). En realidad, yo no puse un dólar en esta película. Lo que puse fue tiempo y garra.

–Bueno, por lo menos ahorró dinero... ¿Le afecta la actual crisis financiera?
–Hay que tener cuidado. Las cosas pueden cambiar de golpe, es peligroso. Ahora va a haber una elección y eso realmente ayudará.

–¿Por quién votará?
–Votaré al otro (silencio).

–¿No quiere decirlo?
–Tu debes saber quién es “el otro”…

–¿El demócrata Barack Obama?
–Tal cual. Ese es “el otro” (sonríe). Dime: y esto, ¿cómo afecta a la Argentina? (se interrumpe)... Aunque lo que observo ahí parece decir lo opuesto (señala una impresionante torre en construcción).

“A LOS 36 DESCUBRI QUE YA NO ERA UN MUCHACHO”. Consciente de su fama de playboy y bon vivant, Del Toro no acepta ni descarta nada. Caballero al fin, se sabe que por su historial amoroso ha desfilado una larga pasarela de damas, aunque no tantas de ellas conocidas. ¿Las excepciones? Alicia Silverstone, a quien conoció en el rodaje de Exceso de equipaje y, siempre sin confirmar, Chiara Mastroianni (hija de Marcello y Catherine Deneuve) y Valeria Golino, con quien tampoco duró demasiado.

–Hemos leído acerca de su fama de mujeriego y…
–...Oye, pero no soy yo solo. Está la otra parte también. Yo soy mujeriego, pero las mujeres también son “mujeriegas” conmigo.

–¿Y el touch de la fama ayuda?
–Claro. ¡No te imaginas cómo...!

–¿Ha pensado en tener un hijo?
–En esta época lo vengo pensando más. El tema es que antes tiene que estar la mujer que me convierta en padre. Y aún no está.

–¿Podría ser una argentina?
–... ¿Por qué no?

–¿Qué responde si le menciono la palabra “Argentina”?
–(Juega con sus anteojos azules Ray Ban). Contesto Carlos Monzón. Contesto Juan Manuel Fangio. ¿Te cuento una anécdota?

–Claro.
–Cuando joven, en mi querido Puerto Rico (sitio al que retorno seguido), si manejabas rápido te decían “ahí va el Fangio”, y si eras fuerte o te peleabas, “ahí está el Monzón”. Han sido dos grandes de verdad.

–¿Evo Morales es también un grande?
–Leí de su vida: un tipo muy revolucionario, un tipo inteligente, un tipo al que debe respetárselo, puesto que lo votó su país. Sé que ahora las cosas no andan bien en Bolivia. Ojalá se terminen arreglando sin tanto derramamiento de sangre.

–Se lo nota obsesivo... ¿Cómo vive o vivió la crisis de los 40?
–¿Cuál? ¿La que no se te para la lengua? (carcajada)... Mira, a mí la crisis me tocó a los 36. Tengo 41. A los 36 supe que ya no soy un muchacho de 14 años y que la carretera tiene un final. Entonces fue como una especie de padecimiento. Pero lo superé. Comprendí que a lo hecho, pecho. Y aquí me ves, disfrutando de cada instante que puedo.

Fuente:Revista Gente
Por Carlos Alberto Boghossian. Fotos: Santiago Turienzo y Alfa Films

2 comentarios:

  1. CONSIDERO A BENICIO DEL TORO UNO DE LOS ACTORES DE LA ACTUALIDAD CON MAS ANGEL.SU INTERPRETACIÓN DEL CHÉ ME PARECE MAGISTRAL, ES IMPECABLE, SE NOTA QUE ABSORBIÓ EL PERSONAJE, EN ALGUNOS MOMENTOS DE LA PELÍCULA PARECE QUE REALMENTE FUERA EL CHÉ, ES ALUCINANTE.
    A PESAR QUE ALGUNOS PERIODISTAS HAN TRATADO DE OPACAR SU LUZ, ES EVIDENTE QUE NO LO HAN LOGRADO, PUES BENICIO BRILLA CON LUZ PROPIA ¡¡Y QUE LUZ!!.
    GRACIAS BENICIO POR OFRECERNOS BUEN CINE Y GRACIAS POR SER TAN BUEN ACTOR.TU TRABAJO ES IMPECABLE. FELICITACIONES POR TAN MAGISTRAL INTERPRETACIÓN. ESTAMOS ESPERANDO ANCIOSOS LA SEGUNDA PARTE.

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  2. valientes, Benicio del Toro, Steven Soderbergh, la otra productora y todos los que hicieron posible esta pelicula que relata parte de la historia latinoamericana, por que rentable va hacer bien dificil que sea, y que le reconozcan la gran interpretacion que hizo benicio en la pelicula, va hacer en cualquier parte, menos en los ee.uu. ya que alli detestan a los comunistas y todo lo que tenga que ver en contra de su sistema. grande benicio.

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