




Ludovico Di Santo interpreta a Teo Carrasco, en Alguien que me quiera. “Es un buen tipo, simpático y algo torpe, como yo”, cuenta acerca de su personaje.
–Tardaste en llegar al teatro, ¿por qué?
–Me costaba conformarme con algo. En un momento, me sentía muy triste y deprimido y me di cuenta de que ir al cine era uno de los pocos momentos que disfrutaba. Mirando una película me dije: “Yo quiero hacer esto”.
–¿No se te había ocurrido antes?
–Cuando tenía 11 años había hecho teatro en Lincoln pero fue una experiencia breve. Iba con mis amigos, tuvimos problemas con el profesor y dejamos de ir.
–¿Eras un rebelde?
–Nunca fui demasiado bardero, siempre preferí hablar. Si había un lío, yo estaba metido, pero no era el que lo generaba. No tenía 250 amonestaciones, era más prolijo, aunque me encantaba salir y divertirme.
–¿Y te iba bien con las chicas?
–Sí, no me puedo quejar; si no mis amigos me van a decir de todo. Tampoco era…
–¿Tampoco era como ahora?
–No, ahora tampoco es como algunos pueden imaginar. Yo soy muy enamoradizo y siempre me gustó la difícil y complicada, aunque valoro a las mujeres que encaran. Mi estado natural es básicamente el noviazgo, que en su mayoría fueron cortos. Aunque los años cambian un poco las cosas…
fuente: parateens
–Tardaste en llegar al teatro, ¿por qué?
–Me costaba conformarme con algo. En un momento, me sentía muy triste y deprimido y me di cuenta de que ir al cine era uno de los pocos momentos que disfrutaba. Mirando una película me dije: “Yo quiero hacer esto”.
–¿No se te había ocurrido antes?
–Cuando tenía 11 años había hecho teatro en Lincoln pero fue una experiencia breve. Iba con mis amigos, tuvimos problemas con el profesor y dejamos de ir.
–¿Eras un rebelde?
–Nunca fui demasiado bardero, siempre preferí hablar. Si había un lío, yo estaba metido, pero no era el que lo generaba. No tenía 250 amonestaciones, era más prolijo, aunque me encantaba salir y divertirme.
–¿Y te iba bien con las chicas?
–Sí, no me puedo quejar; si no mis amigos me van a decir de todo. Tampoco era…
–¿Tampoco era como ahora?
–No, ahora tampoco es como algunos pueden imaginar. Yo soy muy enamoradizo y siempre me gustó la difícil y complicada, aunque valoro a las mujeres que encaran. Mi estado natural es básicamente el noviazgo, que en su mayoría fueron cortos. Aunque los años cambian un poco las cosas…
fuente: parateens
Ludovico Di Santo Teo Carrasco Alguien que me quiera