Persiguiendo al rating… ¡y a Eloísa!
Después de un año lejos de la pantalla, durante el cual no se perdieron detalle del crecimiento de su hija Eloísa, el matrimonio de actores integrado por Furriel y Paola Krum se prepara para su inminente regreso a la televisión. Joaquín debutó con Caín y Abel, por Telefe. Y ella espera el comienzo de las grabaciones de El elegido, opera prima de Pablo Echarri como productor. Mientras tanto, disfrutan de las tardes en familia en Las Cañitas.
El año sabático resultó fructífero para el matrimonio de actores: Eloísa aprendió a caminar –y a correr, como reflejan las fotos–, festejó su segundo cumpleaños y esbozó sus primeras palabras. ¿Mamá? ¿Papá? Seguramente, y allá estaban Joaquín Furriel (36) y Paola Krum (40) para escucharlas. Muy juntos, y con el tiempo holgado para disfrutar de los albores de su primogénita entre pañales, deshoras y siestas compartidas. Período tan alegre como fugaz, si de matemática cotidiana se trata.
Sin embargo, las largas vacaciones y la cuenta regresiva llegaron a su fin: el miércoles a las 22.30 horas comenzó Caín y Abel, el nuevo ciclo televisivo para el galán que supo encarnar al infame Marcos Lombardo en Montecristo. Así pues, a fuerza de credibilidad y en compañía de Fabián Vena, Luis Brandoni y las sugestivas actrices Vanesa González, Julieta Cardinali y Mercedes Oviedo, la nueva ficción de Telefe buscará emular los pasos de aquella exitosa novela que encabezaban Pablo Echarri y, precisamente, la Krum.
Y si bien el primer capítulo registró un promedio de 14,5 puntos según IBOPE –un número aceptable, aunque todavía bajo–, el protagonista no pierde la calma: “Lo que espero y deseo es que podamos conectar con una audiencia a la que le resulte atractiva la propuesta para trabajar tranquilos, porque cuando el rating no acompaña las cosas se dificultan”.
Pero el matrimonio y su heredera no parecen urgidos por el nuevo ritmo de trabajo. Por el contrario: el trío aprovecha el fin de semana para pasear en familia y volver a disfrutar de los días libres. Entonces suben al auto –en el barrio de Villa Urquiza, donde conviven desde hace cuatro años– y se dirigen a Las Cañitas con la intención de almorzar. Allí caminan por la calle y chocan con un cartel que promociona la nueva ficción. ¿Sabrá Eloísa que se trata de su padre? Claro: ¡la niña señala la publicidad! “¡Papá!”, dirá, aunque no se llegan a leer sus labios.
Luego, con el buen físico que la caracteriza, Paola carga en brazos a su hija. Ella está tranquila: recién en noviembre comenzará las grabaciones de El elegido, la opera prima de Pablo Echarri como productor –también lo tendrá como protagonista–, que saldrá al aire a comienzos del 2011 por el canal de las pelotitas. Mientras tanto, la familia seguirá unida, aguardando las repercusiones del retorno de Joaquín a la pantalla chica y disfrutando de las tablas del San Martín cada vez que papá salga al ruedo a recitar los versos de La vida es sueño.
¡Volver! De eso se trata, y por una causa más que atendible: “Mi beba es la única mujer que me hizo dejar de lado el trabajo”, aseguró tiempo atrás ante los grabadores de GENTE. Y ahora que volvió, no se queja de las horas extra: “Es algo que me gusta hacer, así que no lo considero un sacrificio sino, en tal caso, una bendición, porque implica una sensación de crecimiento que me estimula”. Salud, trabajo y vida familiar: ¿se puede pedir algo más? Éxito. ¿Vendrá?
Por Juan Cruz Sánchez Mariño. Fotos: Movilpress.
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JOAQUIN FURRIEL CAIN Y ABEL
Después de un año lejos de la pantalla, durante el cual no se perdieron detalle del crecimiento de su hija Eloísa, el matrimonio de actores integrado por Furriel y Paola Krum se prepara para su inminente regreso a la televisión. Joaquín debutó con Caín y Abel, por Telefe. Y ella espera el comienzo de las grabaciones de El elegido, opera prima de Pablo Echarri como productor. Mientras tanto, disfrutan de las tardes en familia en Las Cañitas.
El año sabático resultó fructífero para el matrimonio de actores: Eloísa aprendió a caminar –y a correr, como reflejan las fotos–, festejó su segundo cumpleaños y esbozó sus primeras palabras. ¿Mamá? ¿Papá? Seguramente, y allá estaban Joaquín Furriel (36) y Paola Krum (40) para escucharlas. Muy juntos, y con el tiempo holgado para disfrutar de los albores de su primogénita entre pañales, deshoras y siestas compartidas. Período tan alegre como fugaz, si de matemática cotidiana se trata.
Sin embargo, las largas vacaciones y la cuenta regresiva llegaron a su fin: el miércoles a las 22.30 horas comenzó Caín y Abel, el nuevo ciclo televisivo para el galán que supo encarnar al infame Marcos Lombardo en Montecristo. Así pues, a fuerza de credibilidad y en compañía de Fabián Vena, Luis Brandoni y las sugestivas actrices Vanesa González, Julieta Cardinali y Mercedes Oviedo, la nueva ficción de Telefe buscará emular los pasos de aquella exitosa novela que encabezaban Pablo Echarri y, precisamente, la Krum.
Y si bien el primer capítulo registró un promedio de 14,5 puntos según IBOPE –un número aceptable, aunque todavía bajo–, el protagonista no pierde la calma: “Lo que espero y deseo es que podamos conectar con una audiencia a la que le resulte atractiva la propuesta para trabajar tranquilos, porque cuando el rating no acompaña las cosas se dificultan”.
Pero el matrimonio y su heredera no parecen urgidos por el nuevo ritmo de trabajo. Por el contrario: el trío aprovecha el fin de semana para pasear en familia y volver a disfrutar de los días libres. Entonces suben al auto –en el barrio de Villa Urquiza, donde conviven desde hace cuatro años– y se dirigen a Las Cañitas con la intención de almorzar. Allí caminan por la calle y chocan con un cartel que promociona la nueva ficción. ¿Sabrá Eloísa que se trata de su padre? Claro: ¡la niña señala la publicidad! “¡Papá!”, dirá, aunque no se llegan a leer sus labios.
Luego, con el buen físico que la caracteriza, Paola carga en brazos a su hija. Ella está tranquila: recién en noviembre comenzará las grabaciones de El elegido, la opera prima de Pablo Echarri como productor –también lo tendrá como protagonista–, que saldrá al aire a comienzos del 2011 por el canal de las pelotitas. Mientras tanto, la familia seguirá unida, aguardando las repercusiones del retorno de Joaquín a la pantalla chica y disfrutando de las tablas del San Martín cada vez que papá salga al ruedo a recitar los versos de La vida es sueño.
¡Volver! De eso se trata, y por una causa más que atendible: “Mi beba es la única mujer que me hizo dejar de lado el trabajo”, aseguró tiempo atrás ante los grabadores de GENTE. Y ahora que volvió, no se queja de las horas extra: “Es algo que me gusta hacer, así que no lo considero un sacrificio sino, en tal caso, una bendición, porque implica una sensación de crecimiento que me estimula”. Salud, trabajo y vida familiar: ¿se puede pedir algo más? Éxito. ¿Vendrá?
Por Juan Cruz Sánchez Mariño. Fotos: Movilpress.
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