BUSCA AMIGOS

MOSTRALE A TUS AMIGAS

martes, 25 de octubre de 2011

Cinco cosas que no sabías de Orlando Bloom












Este jueves, Orlando Bloom aparecerá en los cines desde la película Los tres mosqueteros. En esta nueva versión del clásico de Alejandro Dumas el actor protagonizará al Duque de Buckingham, eterno enamorado de Milady de Winter, papel que representará la modelo y actriz Milla Jovovich.

Antes de ese estreno que lo traerá de nuevo a la cartelera, en un papel secundario, te contamos cinco cosas que quizás no sabés de Orlando Bloom.

En el papel que hizo en El Señor de los Anillos fue Legolas, un elfo atlético y diestro en la pelea con espada o cuerpo a cuerpo. Es recordada la escena en la que se sube, de manera extraña, a una bestia del ejército de los haradrim que se asemejan a paquidermos (mûmak, para los especialistas de la saga de Tolkien).

Lo cierto es que Orlando, de ya 34 años, es un tanto torpe. "Soy proclive a accidentarme siempre, tengo que admitirlo. Ya me rompí la espalda, mi nariz, mis costillas, mis dos piernas, un brazo, una muñeca, un dedo de la mano y otro del pie, y el cráneo tres veces. Una vez quise subir al techo de un amigo y me caí", dijo una vez en una entrevista.

Pobre Orlando, más cuando sus papeles suelen ser de personajes que corren grandes riesgos. Durante la filmación de El señor de los anillos: la comunidad el anillo (2001), se cayó del caballo y se rompió una costilla.

¿Será como el hombre de cristal que interpretó Elijah Price en El Protegido o lo ves más como Raymond Dufayel, el pintor que protagonizó Serge Merlin en Amelie

Es sabido que Orlando está casado con la modelo australiana Miranda Kerr , con quien en enero pasado tuvo un hijo. Pero su otro amor, a primera vista, fue en un set de filmación de Cruzada (2005): Sidi, su perro.

La saga de El señor de los anillos catapultó a la fama a Orlando. La influencia del film es tal que usa una réplica del por todos, hombres y hobbits, anhelado anillo. Su propio One Ring reza: "Hacia donde te pueda llevar". En realidad, fue un regalo de los artistas en maquillaje que pasaban varias horas con él para ponerle las extensiones de pelo, y las orejas del el elfo Legolas.

Además, según cuenta la leyenda, durante la filmación de la épica película, Orlando y el grupo de actores de la comunidad del anillo, se hicieron un tatuaje en una de las muñecas con la palabra nueve, en referencia a la Comunidad del Anillo. Dicen que se le ve en una de las películas de Piratas del Caribe, en la escena en la que pelea con el simpático pirata Sparrow . les parece?

Orlando ha participado en películas de gran producción y también, taquilla. Es uno de los tres actores que aparecen en los siete films que costaron más de mil millones de dólares: El señor de los anillos: El retorno del rey (2003) y Piratas del Caribe: El cofre de la muerte (2006). Los otros son Johnny Depp y Bernard Hill.

Muchos actores colaboran con Unicef y Orlando es uno de ellos. Si bien esto no es indicador que sea buena persona. muchos de sus colegas afirman que sí, es un buen tipo, alegre y positivo.
Nación

JUSTIN BIEBER




<>




<>






Con sólo 17 años, la estrella teen más famosa del mundo llegó al país y ofreció dos recitales a estadio lleno en River. Lo vieron más de noventa mil personas y cientos de fans pasaron días acampando frente a su hotel. Visitó Palermo, les dio de comer a los patos, estuvo en el programa de Susana Giménez y jugó al básquet en un gimnasio de Almagro. Todos los detalles de la visita de quien, dicen, es el nuevo rey del pop.
Casi a las nueve de la noche del miércoles 12 de octubre, cerca de veinte periodistas nos acomodábamos delante de 45 mil personas que llegaron al estadio Monumental para ver el show de Justin Bieber. Otras veinte personas trapeaban el escenario, intentando borrar el registro de una lluvia que aún estaba fresco. En la pantalla, el tiempo regresivo era cronometrado a la vista de todos. Faltaban apenas 8... 7... 6 minutos para que el chico de 17 años más famoso del mundo apareciera en el escenario. Los fotógrafos, a puro instinto, capturaban las caras de desesperación, de angustia, de ansiedad, que se dibujaban en los rostros de las chicas. Fue entonces cuando salió al escenario un muchacho gordito, pelado, negro, que con sus palmas apuntando al suelo marcaba el compás de la espera. Las chicas, como si en él vieran la prefiguración del paraíso que les esperaba, llevaban los agudos al máximo. Después, el gordito se escondió tras un estrado y empezó su fiesta de éxitos. Apreciado DJ de la estrella, preparó el clima para lo que vendría. Y la cuenta regresiva en 3... 2... 1... Ya no llovería en la noche primaveral de Buenos Aires. Todo se volvería presente perpetuo.

Baja tranquilamente los seis peldaños de una escalerita y me sorprendo confundiéndolo con Michael Jackson: remera de cuero roja, campera negra, pantalones aún más rojos, movimientos de pelvis... Pero no es Jackson: apenas le sigue el estilo. Luce anteojos de sol, lacio rubio caído hacia la frente, micrófono colgado de la oreja. Tira un par de pasos de baile haciendo volar las rodillas. Pareciera que canta Beat It, del Rey del Pop, pero la canción es Love me. Ellas, entregadas al ídolo, gritan y lloran. Alguien tira un osito; él lo esquiva. Justinmanía en vivo. Los fotógrafos capturan la locura con la soltura de la experiencia. Para ellos es un día más de trabajo. No se emocionan. Disparan sus flashes entre los codos de los custodios. Tres temas y afuera. Los periodistas nos retiramos. Voy a ocupar mi asiento en el campo. Fila 30, $ 1.200, cerca de 50 metros de distancia. Me sumerjo entre la multitud. Ahora sí los gritos envuelven. Nace en la noche la leyenda del pibe que a los 17 años llenó dos River. Es acaso el primer ícono pop en surgir enteramente de Internet. El primero que hizo el traspaso concreto de la esfera virtual a la real sin intermediarios, y no sólo sobrevivió en el intento sino que dobló la apuesta.

BIEBER & THE CITY. Llegó a Buenos Aires el martes, desde Brasil. Ese mismo día salió de paseo por Palermo y quedó fascinado con los patos que por alguna razón viven en el Rosedal. Los testigos no lo podían creer: ¡Justin Bieber viene recorriendo Sudamérica con su tour My World, llega a la Argentina adonde hace delirar a 90 mil personas (45 mil por fecha), y se le da por alimentar patos! Es que algo lo cautiva particularmente en los animales, como si viera en ellos la única posibilidad de interacción equidistante, porque sólo ellos no lo veneran, sólo ellos le prestan la indiferencia que el resto de los mortales conocemos de primera mano.

Por lo demás, alojado en el Faena Hotel, quiso ser parte del Universe, y el mismo martes visitó el flamante Faena Arts Center junto a su madre, Pattie Mallette (35). Por la noche celebró el cumpleaños número 32 de su amigo uruguayo Gabriel Saporta. Al día siguiente descansó en la suite Imperial del Faena (dos pisos, dos habitaciones, tres baños, living, comedor, cocina, terrazas), y por la tarde partió rumbo a los estudios donde se graba el programa de Susana Giménez, para concederle a la diva una entrevista exclusiva.

Esa noche daría su primer recital en el Monumental. Allí desplegó su verdadero repertorio. En más de un pasaje de la entrevista, Susana comparó a Justin con Michael Jackson. Es cierto que algo tiene en común con el fallecido Rey del Pop, al menos esa impudorosa costumbre de tocarse la ingle mientras canta. Y el delirio que genera. La más pura representación está en las tribunas. Un padre medio pelado mira cómo su hija canta y baila extasiada. Le intenta hablar, le dice que el tema Baby es muy pegadizo, pero la nena le corre la cara mientras le espeta: “Callate, papá; te están mirando todos”, y el hombre se calla. Lógico... está de visitante. Confinado al silencio, mira cómo la hija idolatra, grita, llora. Y allí, en su butaca mojada, el señor debe resignarse a que su hijita de diez años ya descubrió los fantasmas del amor. Y con ellos, a la segura soledad de amar un imposible. Pero calla el padre, sumergido en el légamo de su propio amor, ese que lo llevó a gastar mil doscientos pesos para que su nena esté lo más cerca posible de su sueño. Y mil doscientos más para poder acompañarla.

Así fue el paso de este vendaval llamado Justin Bieber. El miércoles, después de su primer show, ofreció una fiesta privada sólo para los miembros de su staff en el cabaret del Faena. El jueves lo vieron otras 45 mil almas en ebullición. El viernes aprovechó para jugar al básquet en un gimnasio de Almagro. Luego, sí, el adiós vertiginoso de las giras. El sábado por la mañana partió desde Aeroparque rumbo a Chile. Apenas dejó un puñado de palabras en español que dijo el miércoles en River: “Los amo con todo mi corazón, Argentina”. Y se fue volando, con la imagen de la ciudad que, a medida que el avión ganaba altura, iba quedando más y más chiquita.

Por Joaquín Sánchez Mariño. Fotos: Diego García, Francisco Trombetta, Javier Moreno y Cristian Córdoba.
Revista Gente

Bombón viajero




Nico Zuviría. Lo conociste en Cantaniño y te enamoró en Patito feo; pero creció, se lanzó como solista y nos enamora a todas con su voz. Y lo mejor : ¡está soltero!

Irte de viaje con amigas para festejar tus quince años está buenísimo, pero si encima te toca viajar con un bombón como Nico Zuviría, la cosa se pone más interesante aún. Esa experiencia la vivieron hace unas semanas las chicas que viajaron a Disney conExpertur y, como volvieron súper fanáticas de su música, te lo presentamos a vos también ¡para que mueras de amor por él!
–¿Cómo fue la experiencia de viajar con tantas adolescentes?
–Me tomó por sorpresa el viaje pero cuando me llamaron de la discográfica para contarme sobre la invitación de Expertur, pensé: ‘¡Qué loco viajar con 600 chicas!’. Lo más difícil fue manejar la ansiedad hasta que llegó el día de subirme al avión,viajamos todos juntos, así que ya en pleno vuelo las chicas vinieron a saludarme y me relajé. Fui un chico más, me subí a todos los juegos y a ellas les encantó mi música, se re engancharon. Fue un viaje increíble.
–Te ganaste nuevas seguidoras, ¿tenés muchos club de fans?
–Tengo varios, me contacto con las chicas aunque nunca sé cuál es el oficial. Tengo facebook y twitter, y manejo las cuentas yo mismo porque me gusta estar comunicadocon ellas. En la época de Patito feo estalló todo. Era muy raro para mí, no entendía nada, salíamos de gira y nos recibían en otros países como si fuésemos los Stones (risas). Imaginate lo que era para nosotros, que teníamos quince años:¡te hacían sentir un grosso!
–Te hiciste conocido de muy chico, ¿alguna vez te arrepentiste del camino que elegiste?
–Arranqué a los 11 años en Cantaniño, cuando formé parte del grupo Ktrask, y siempre supe que quería dedicarme a la música. Mientras, jugaba al fútbol en Lanús, llegué a la séptima categoría, pintaba promesa pero tuve que tomar una decisión porque no podía hacer las dos cosas. Nunca me arrepentí, sí, al principio me daba nostalgia no poder jugar, era un siete veloz, corría todas laspelotas y hacía la diferencia. Conservo el amor por el fútbol y cada tanto juego con amigos.
Para teens

ENCUESTAS