Fernando Colunga, hombre de familia

De un galán o una belleza se dice que logran 'parar el tráfico', pero detener una guerra es algo que, aunque todos lo deseamos, es muy difícil de lograr. Fernando Colunga puede presumir que el final de Esmeralda detuvo un conflicto aunque fuera momentáneamente, y para él, en eso radica el valor de las telenovelas y su mensaje: El amor.
Es famoso en más de 100 países pero nunca pensó que lo sería. A Fernando Colunga lo que le gusta es llevar mensajes positivos a las familias. "Mi primera condición al aceptar un papel es saber si es algo que verá toda la familia. Estoy enfocado a divertir y entretener, y que no se pierden los valores, que la familia no se acabe."

¿Y el éxito, dónde queda?
"Nunca lo veo como Fernando Colunga, el ego si lo recibe "nunca pensé que trabajar en telenovelas me daría a conocer en 130 países, eso es más que una película. Como mexicanos debemos estar orgullosos de ser los número uno en esto. Frecuentemente viene gente de otros países a estudiar el fenómeno de las telenovelas, porque nos ven en Asia, que no se parece a México, y el público se pega a la televisión."
¿A qué crees que se deba este fenómeno?
"Creo que a un tema básico: El amor. Cuando regresaron de Iraq los reporteros de Televisa me comentaron que la gente les preguntaba por las telenovelas. En una ocasión, hasta CNN cubrió el final de Esmeralda, porque la guerra se paró para ver ese final. Imagínate, es una magia que se transmite más allá del idioma. Lo que el mundo necesita es amor, las novelas hablan de amor, es universal, y por eso se ven en todos países. Son una ilusión sana."

En Alborada continuaste con esa ilusión
"Creo que el personaje de Luis gustó, no lo he juzgado ni lo quise juzgar. Para Alborada me senté con historiadores, quienes nos contaron como eran los años 1700, con sus galeones, y todo eso. Me adentré a vivir el cuento al ciento por ciento, a conocer lo que pasaba esa época."

Fue diferente a otros personajes
"Este hombre era científico, tenía una vida es interesante, en una época que la ciencia era penada, se tenía otra mentalidad. Un personaje así me aporta como actor. A diferencia del que siempre es lindo y perfecto, este comete errores, es humano."

¿No extrañas al galán moderno, actual?
"No, porque si te dan la oportunidad de tener este trabajo mágico, si Dios y la vida te ponen aquí, tan sólo hay que dar gracias y aplaudirlo, y pedir que te dejen ahí."

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