Aparcó la comedia, se ha dejado barba y concede largas entrevistas: Efron ha entrado en una nueva etapa, aunque balbucea al contestar algunas preguntas comprometidas y, a veces, mira a su asistenta personal reclamando ayuda
Llegó el sábado a Madrid, ¿dónde estuvo todas estas horas?
¡En Toledo! Es un lugar fantástico: me recordó a mis lecciones de Historia en el colegio, y pensaba en lo maravilloso que habría sido vivir en esa época. Además, he podido ver a algunas de mis fans de aquí.
¿Cuál es su relación cuando las tiene frente a frente?
Es divertido: casi siempre dedico los primeros minutos a tranquilizarlas, porque están muy nerviosas. Después, es fácil: se conforman con fotografiarse conmigo.
¿Por qué rodó esta película tan dramática?
El drama me encanta, pero quería ser cuidadoso: rodar uno que te obligase a hacerte preguntas y filosofar un poco sobre tu vida, pero que también resultara entretenido. Poderoso, profundo y que hiciera disfrutar al público.
¿Cuál era el reto más difícil?
Abrirme más, explorar aspectos más oscuros de mí mismo, no pensar sólo en cosas alegres... Para mí, un desafío.
¿Con qué hechos personales se inspiraba?
Por ejemplo, recordando cosas que me asustaban de pequeño o buscando cosas que no me gustaban de mi propia existencia... ¡Y que no voy a contarte ahora! (risas).
En la película, muere un familiar muy cercano con el que usted habla una vez fallecido. ¿Cree que hay vida después de morir?
No estoy muy seguro... ¡Te lo diré cuando estemos ahí!
¿Pero sigue alguna religión?
No, puede decirse que soy agnóstico. Me educaron sin una religión concreta, así que estoy abierto a todas.
Ahora que ha rodado un drama, ¿cuál es su próximo reto?
Por ejemplo, enfrentarme a un desafío físico y cambiar de imagen. Me encanta superar los prejuicios, demostrar que puedo hacer cualquier cosa. Me atrae todo lo que me obligue a superarme.
¿En qué habría trabajado de no haber sido actor?
De pequeño soñaba con jugar al béisbol o al baloncesto, pero no tenía la estatura. Así que fui probando cosas y llegué a la danza... El resto fue un proceso natural: después de bailar canté y terminé actuando.
Su madre en la película es Kim Basinger. ¿Le dio consejos?
Kim es alucinante: es una gran estrella, pero sigue divirtiéndose mucho durante el rodaje. Además, es muy cariñosa. Más que consejos, me daba abrazos: está llena de vida, es alguien muy especial.
También tiene que actuar con un niño: ¿no sabe que siempre terminan robando las escenas?
¡Lo he aprendido con esta película: no volveré a rodar una película con un niño! (risas). La verdad es que en la vida real me pasó igual: tengo un hermano pequeño que siempre me robaba el protagonismo.
Su barba ha provocado un gran ajetreo en Internet. ¿Le afecta lo que opinen sus seguidores?
En el pasado sí lo hacía, pero ahora no. No podría vivir pensando en lo que van a opinar sobre mí... ¡y es imposible gustarle a todo el mundo!
¿Y la fama? ¿Cómo la vive?
Como todo lo demás: hay que celebrar lo bueno y olvidar lo malo. Trato de concentrarme y disfrutar del trabajo.
¿Hacer papeles más maduros obliga a madurar en la vida?
Aún estoy aprendiendo y creciendo... ¡No me siento muy capaz de explicar esas cosas!
minutouno
Zac Efron bello entrevista guapo
Llegó el sábado a Madrid, ¿dónde estuvo todas estas horas?
¡En Toledo! Es un lugar fantástico: me recordó a mis lecciones de Historia en el colegio, y pensaba en lo maravilloso que habría sido vivir en esa época. Además, he podido ver a algunas de mis fans de aquí.
¿Cuál es su relación cuando las tiene frente a frente?
Es divertido: casi siempre dedico los primeros minutos a tranquilizarlas, porque están muy nerviosas. Después, es fácil: se conforman con fotografiarse conmigo.
¿Por qué rodó esta película tan dramática?
El drama me encanta, pero quería ser cuidadoso: rodar uno que te obligase a hacerte preguntas y filosofar un poco sobre tu vida, pero que también resultara entretenido. Poderoso, profundo y que hiciera disfrutar al público.
¿Cuál era el reto más difícil?
Abrirme más, explorar aspectos más oscuros de mí mismo, no pensar sólo en cosas alegres... Para mí, un desafío.
¿Con qué hechos personales se inspiraba?
Por ejemplo, recordando cosas que me asustaban de pequeño o buscando cosas que no me gustaban de mi propia existencia... ¡Y que no voy a contarte ahora! (risas).
En la película, muere un familiar muy cercano con el que usted habla una vez fallecido. ¿Cree que hay vida después de morir?
No estoy muy seguro... ¡Te lo diré cuando estemos ahí!
¿Pero sigue alguna religión?
No, puede decirse que soy agnóstico. Me educaron sin una religión concreta, así que estoy abierto a todas.
Ahora que ha rodado un drama, ¿cuál es su próximo reto?
Por ejemplo, enfrentarme a un desafío físico y cambiar de imagen. Me encanta superar los prejuicios, demostrar que puedo hacer cualquier cosa. Me atrae todo lo que me obligue a superarme.
¿En qué habría trabajado de no haber sido actor?
De pequeño soñaba con jugar al béisbol o al baloncesto, pero no tenía la estatura. Así que fui probando cosas y llegué a la danza... El resto fue un proceso natural: después de bailar canté y terminé actuando.
Su madre en la película es Kim Basinger. ¿Le dio consejos?
Kim es alucinante: es una gran estrella, pero sigue divirtiéndose mucho durante el rodaje. Además, es muy cariñosa. Más que consejos, me daba abrazos: está llena de vida, es alguien muy especial.
También tiene que actuar con un niño: ¿no sabe que siempre terminan robando las escenas?
¡Lo he aprendido con esta película: no volveré a rodar una película con un niño! (risas). La verdad es que en la vida real me pasó igual: tengo un hermano pequeño que siempre me robaba el protagonismo.
Su barba ha provocado un gran ajetreo en Internet. ¿Le afecta lo que opinen sus seguidores?
En el pasado sí lo hacía, pero ahora no. No podría vivir pensando en lo que van a opinar sobre mí... ¡y es imposible gustarle a todo el mundo!
¿Y la fama? ¿Cómo la vive?
Como todo lo demás: hay que celebrar lo bueno y olvidar lo malo. Trato de concentrarme y disfrutar del trabajo.
¿Hacer papeles más maduros obliga a madurar en la vida?
Aún estoy aprendiendo y creciendo... ¡No me siento muy capaz de explicar esas cosas!
minutouno
No hay comentarios:
Publicar un comentario