"Pensé que íbamos a ser un show minoritario, pero la oferta televisiva está muy fragmentada y el haber creado una serie tan rica y con tantas lecturas, capaz de recrear la nostalgia de otra época, y a la vez emular muchas de las situaciones que vivimos hoy, es el mejor piropo que nos pueden dar" confesó sobre Mad Men el protagonista del programa, Jon Hamm, en una entrevista al diario español El País.
Hamm, quien en la ficción -que relata el inicio de los años dorados de la mercadotecnia en Nueva York- encarna a Don Draper, atribuye el éxito de la historia al optimismo que comparte con sus compañeros de rodaje, argumentando que "en la serie trabajamos con intensidad". "Por eso es fácil dejar el trabajo en el trabajo y así, cuando estamos juntos, es una fiesta. Trabajo es trabajo, no nos engañemos. Jornadas de 12 o 14 horas que me tenían aterrorizado en la primera temporada. A estas alturas, es mucho más fácil. El único ensayo que necesitamos es para saber la posición de las cámaras", agrega a la publicación.
Sobre los cambios que trae el cuarto ciclo de la serie y que aún no llega al cable local -HBO emitió las tres temporadas anteriores- el intérprete destaca que "nuestros personajes envejecen con nosotros".
"Un grupo de gente que se ha replanteado sus relaciones sexuales, personales, laborales. Los más jóvenes como Peggy Olson (Elisabeth Moss) o Pete Campbell (Vincent Kartheiser) son el mejor ejemplo, pero también Don o Betty Draper, definidos hasta ahora por su matrimonio y que tienen que aceptar este momento de cambio. Ella no es tan joven, ni tan guapa. Es una divorciada. Y él está más canoso, acostándose con su secretaria o con prostitutas, y participando en fiestas familiares como Acción de Gracias mientras intenta redefinirse como persona", explica.
Y adelanta sobre su papel: "Su vida (la de Jon Hamm) se ha visto sacudida por un terremoto personal y profesional, y se ve forzado a vivir una serie de situaciones incómodas en las que busca su propia satisfacción. Lo está pasando mal. Su matrimonio, la nueva empresa, problemas con sus hijos. Vive uno de esos momentos donde la vida no es exactamente lo que quería".
Hamm, quien en la ficción -que relata el inicio de los años dorados de la mercadotecnia en Nueva York- encarna a Don Draper, atribuye el éxito de la historia al optimismo que comparte con sus compañeros de rodaje, argumentando que "en la serie trabajamos con intensidad". "Por eso es fácil dejar el trabajo en el trabajo y así, cuando estamos juntos, es una fiesta. Trabajo es trabajo, no nos engañemos. Jornadas de 12 o 14 horas que me tenían aterrorizado en la primera temporada. A estas alturas, es mucho más fácil. El único ensayo que necesitamos es para saber la posición de las cámaras", agrega a la publicación.
Sobre los cambios que trae el cuarto ciclo de la serie y que aún no llega al cable local -HBO emitió las tres temporadas anteriores- el intérprete destaca que "nuestros personajes envejecen con nosotros".
"Un grupo de gente que se ha replanteado sus relaciones sexuales, personales, laborales. Los más jóvenes como Peggy Olson (Elisabeth Moss) o Pete Campbell (Vincent Kartheiser) son el mejor ejemplo, pero también Don o Betty Draper, definidos hasta ahora por su matrimonio y que tienen que aceptar este momento de cambio. Ella no es tan joven, ni tan guapa. Es una divorciada. Y él está más canoso, acostándose con su secretaria o con prostitutas, y participando en fiestas familiares como Acción de Gracias mientras intenta redefinirse como persona", explica.
Y adelanta sobre su papel: "Su vida (la de Jon Hamm) se ha visto sacudida por un terremoto personal y profesional, y se ve forzado a vivir una serie de situaciones incómodas en las que busca su propia satisfacción. Lo está pasando mal. Su matrimonio, la nueva empresa, problemas con sus hijos. Vive uno de esos momentos donde la vida no es exactamente lo que quería".
Mad Men Jon Hamm fotos entrevista
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