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miércoles, 16 de febrero de 2011

Pablo Echarri, el “elegido” por ellas




Dice haber pecado y alguna vez también haber caído en la tentación, como cualquier mortal. Sólo cuando la madurez le dijo al oído que ya era tiempo de cambiar, pudo redimirse para evolucionar. Como si la juventud no siempre fuera la mejor compañera de ruta o como si, en su caso, la vida fuese un constante ensayo y error, en donde siempre habrá un desafío, una aventura, una constante autocrítica, y un “verdugo” de sus partes negativas, como él mismo se define. Pablo Echarri (41) asegura haber recorrido muy diferentes caminos. Algunos placenteros, otros no tanto, pero todos curtidos de la experiencia necesaria para convertirse en lo que es hoy: Un actor exitoso que se arriesga a lanzar su propia productora (“Arbol”), un padre que logró ser más paciente y, finalmente, un hombre enamorado que aprendió a pedir perdón. En suma, un ser humano como todos.

“Hice todo lo que quise y no me arrepiento de nada. Me di cuenta de que soy un cumplidor de sueños. Hacer una novela es una empresa faraónica. El hecho de que haya sucedido y que hoy esté saliendo por la pantalla de Telefe me emociona y orgullece”, dice Pablo al hablar de “El Elegido”, la ambiciosa ficción diaria que eligió para regresar a la televisión, esta vez para debutar como productor y encarnar a un galán diferente. Con una factura técnica impecable y un elenco superlativo —Lito Cruz, su maestro de teatro, como villano, Leticia Brédice, Patricio Contreras, Leonor Manso y Paola Krum—, la historia que eligió Echarri es la de Andrés Bilbao, un abogado ambicioso que hará todo por lograr sus objetivos.

“En los personajes busco contestar preguntas mías. En ’El Elegido’ había un deseo muy puntual, más allá de la maravillosa historia (que me acercó Adriana Lorenzón hace ya tres años), sobre un héroe que comienza equivocado. Siempre busco a esos tipos que se sacrifican al máximo y llevan sobre sí la paz de los demás. La intención de la novela es mostrar a un hombre que va desde la oscuridad hacia la luz. Yo me identifico con Andrés Bilbao y en la búsqueda de ese sueño mentalmente tan claro, un individuo que para conseguirlo va a someterse a cualquier tipo de sacrificios que, incluso llega a tocar fondo para luego salir a la superficie transformado”, agrega Pablo.

—Dijo ser “el pateador de su propio tablero” y “desafiar al límite siempre”? Porque es un inconformista, ¿busca la perfección?

—Se ve que soy un obsesivo, no sé si un perfeccionista. Hay un motorcito dentro de mí que siempre necesita romper lo establecido para conquistar nuevos horizontes. Es una sensación bastante interna, de nunca creer que lo que tengo es suficiente. De una constante autocrítica, porque creo que no se podría evolucionar y aprender de los errores y subsanarlos. Se trata de dejar de cometer errores y potenciar mis virtudes. Como ya tengo 41 años, eso ya me viene solo. Siempre tuve ansias de libertad.

—La trama de la novela está atravesada por los siete pecados capitales y, Andrés, su personaje, representa la soberbia. ¿En eso también se reconoce con su personaje?, ¿alguna vez, Pablo Echarri pecó de soberbio?

—Sí, claro. Fui un hombre soberbio, y sufrí las consecuencias. La soberbia es el peor de los pecados y tiene una consecuencia inmediata: La sensación de creerte superior a todo el mundo y sentirte Dios. Si bien la soberbia, la ambición y la vanidad son muy fuertes como motores para la concreción de objetivos, a la larga el exceso de confianza se paga, y mucho, como todos los excesos. Me fui dando cuenta de que tenía que moldear mi carácter para no irritar y poder sacar provecho de las relaciones humanas. Todo lo que hoy tengo es posible porque mi soberbia bajó a un punto soportable.

—Sus 41 años son un tema recurrente. ¿Le aportó mucho la madurez?

—Los cuarenta son definitivos para cualquiera que los transite. Tiene que ver con una madurez inevitable, porque si sos condescendiente con tus deseos más profundos, a los cuarenta vivís las cosas más importantes de tu vida. Creo que los míos serán muy productivos y prolíficos.

—De hecho sus cuarenta comenzaron estando casado con Nancy Dupláa (40), siendo padre, y con una vida personal consolidada.

—Cuando concreté la familia no me sorprendí, porque era algo que había deseado durante muchísimo tiempo. Lo que había sucedido es que no había encontrado a Nancy. Todo eso vendría recién a través de mi encuentro con ella. Juntos vivimos muchas consecuencias de la madurez. Hemos avanzado y pasado a otros niveles, gracias al crecimiento que logramos juntos. Siempre avanzamos de manera conveniente y pudimos potenciar lo bueno que tenemos y contemplar todas nuestras necesidades, las de padres, hijos, amantes. Así fuimos conformando una estructura cada vez más sólida, basada en el amor, el compromiso y el cariño. El hecho de que hoy pueda hacer lo que hago es porque mi vida personal es profunda y rica, llena de contención. Todo eso lo puedo hacer porque mi esposa me apoya. La felicidad de encontrarme con ellos cada vez que vuelvo a casa, es todo.

—¿Eso lo enamoró de Nancy? ¿Su incondicionalidad y el haberlo hecho un mejor hombre?

—Sí, todo eso me emociona. Tiene que ver con la admiración que nos tenemos, con un gusto y un deseo de su persona. Con su belleza, con su manera de ser, de mostrarse, en la madre y lo compañera que es. Esa capacidad que tiene para cambiar la energía y pasar de un momento negativo a uno positivo sin solución de continuidad. Eso encanta y obliga a comportarse de la misma manera. Crecer implica tolerarse, ser flexibles. Esas características de Nancy despertaron en mí el mismo compromiso. Cuando uno no se deja llevar por su ego exclusivamente, empiezan a salir cosas muy fuertes. Uno reconoce en el otro a alguien que lo quiere bien sin “ganar” en todas y quedarse con la última palabra. Antes, frente a un conflicto con una pareja yo peleaba hasta destrozarla.

Cuando dejás de lastimarte empieza a salir la confianza y un deseo profundo y genuino de estar con el otro Eso es realmente fantástico, es algo que nunca antes había experimentado Solía ser muy conflictivo, pero me di cuenta de que para vivir en paz hay que ser más simple

—¿Cree que la infidelidad es un camino sin retorno?

—Las infidelidades caben en un espacio debilitado Se dan cuando esa pareja no tiene compromiso ni entrega La infidelidad es una traición y, antes o después, siempre se paga Entonces, creo que no hay traiciones diferentes Si lo hacés, estate preparado para recibir lo mismo

—¿Pero usted podría perdonarlo?

—Hoy es una instancia impensada para nosotros En mi realidad de pareja no hay lugar para la infidelidad Si uno concreta una infidelidad es porque quizá desea no ser perdonado y salir a buscar afuera Para nosotros no entra en juego, porque nos ocupamos de transitar una relación llena de diálogo, en la que hablamos de todos nuestros deseos y buscamos conocernos cada día más

—Después de 10 años de pareja y de la llegada de los hijos y la rutina ¿Cree que las discusiones de pareja fortalecen?

—Las discusiones son necesarias y pueden ser productivas Con dos personalidades como la de Nancy y la mía, las hubo y las habrá Somos pasionales y sentimos las cosas de una manera muy visceral Lo bueno es que tienen un punto de retorno Siempre hay una salida de emergencia y la posibilidad de pedir perdón Con ella aprendí que es maravilloso pedir “perdón”

—¿Se volvió un hombre más romántico?

—Soy bastante bestia y troglodita, pero me reconozco romántico en algunos momentos Me resulta más fácil sorprender con el romanticismo, porque cuando lo soy causa mucho efecto (risas) Soy un tipo más salvaje que romántico Pero también estoy con una mujer que ama mi salvajismo Eso es lo que no hemos hecho nunca con Nancy, intentar cambiarnos Hoy nos enamora del otro lo mismo que nos cautivó ayer

—¿Es un hombre celoso?

—Soy bastante menos celoso de lo que fui antes Hubo un tiempo en que era muy posesivo Hoy soy menos inseguro Si bien soy un chico salvaje, aprendí a serenarme y disfrutar

—¿Y el hombre seductor, el galán, sigue estando también ahí?

—Sí, totalmente Me agrada gustar Y gustarme a mí mismo, porque eso me da seguridad Para mí es importante verme bien, por eso me cuido Entiendo el paso del tiempo y busco adelantarme a los hechos Pero sí, cuanto más seductor me siento, mejor me salen las cosas Sentirme apetecible me gusta, pero dejé de ser un seductor compulsivo Soy un tipo que cautiva, pero ahora desde la experiencia Hoy, en materia de seducción, ahondo en la relación con mi esposa Es maravilloso porque nunca antes había terminado de conocer a la otra persona

—¿Cómo fue en la experiencia de ser padre y formar una familia junto a Luca (10, el hijo que Nancy tuvo con Matías Martin), y sus hijos, Morena (7) y Julián (8 meses)?

—Mi relación con Luca fue diferente de la que tuve con Morena y de la que tengo con mi hijo menor, y ahí también interviene la madurez Con Julián tengo una paciencia que no tuve con Morena, que nació cuando yo tenía 34 años Nunca me ha sido fácil ser padre Siempre traté de superarme y aprender de mis errores Me he transformado en un padre bastante más paciente, con mejor humor y menos controlador Como padre tengo la imagen de mi viejo, quien siempre mantuvo todo bajo su mirada, impartiendo disciplina Trato de no ser así, porque me di cuenta que cuanto más estricto soy, más se alejan mis hijos La paternidad nunca ha dejado de sorprenderme, me dio momentos increíbles y la verdadera medida de las cosas Por más importante que sea mi trabajo, nada lo es tanto como mi vida junto a mi mujer y mis hijos Todo lo que he logrado en plano profesional se lo debo a ellos

—¿Qué otro logro anhela Pablo Echarri, el eterno inconformista?

—Hoy tengo más capacidad para disfrutar Hoy vislumbro un futuro muy prometedor, porque me encuentro en un equilibrio interesante Terminé dándome cuenta de que si bien soy ambicioso y siempre quiero más, también me convertí en un hombre que se conforma con menos Ahí está el secreto de ser feliz: Conformarse con lo que uno tiene a mano, valorar los lindos momentos y tener la capacidad de hacerlos durar

Caras

lunes, 17 de enero de 2011

El Elegido, la nueva apuesta de Telefé






Luego de un 2010 que vio coronarse a El Trece como ganador de los 12 meses, Telefé decidió colocar la ficción El Elegido, encabezada por Pablo Echarri y Leticia Brédice, como su tanque en el prime time, a partir de hoy, a las 22.30. En Santiago, la historia será trasmitida por Canal 7.
Con un lujoso elenco que tiene como integrantes a Pablo Echarri, Paola Krum, Leticia Brédice, Lito Cruz, Leonor Manso, Patricio Contreras, Mónica Antonópulos, Martín Seefeld, Jorge Suárez, Lucrecia Capello, Jorge D’Elía, María Carámbula, Ludovico Di Santo, Luciano Cáceres, Calu Rivero, Emilio Bardi, Paloma Contreras, Paula Kohan, Daniel Fanego y María Dupláa, El Elegido tratará de vencer la franja horaria nocturna con su atrapante historia en la que predominará un extraño combo entre los negocios, el amor y las ambiciones.
La ficción producida por el propio Echarri, cuenta la historia de Andrés (Pablo Echarri) un ambicioso y soberbio abogado, casado con Verónica (Leticia Brédice) y padre de una niña autista. Él por haber ganado un juicio, lo premian con un viaje a España que le cambiará la vida para siempre, ya que allí se encontrará con Mariana (Paola Krum), una abogada idealista por la que sentirá una atracción irresistible. Además allí, Oscar (Lito Cruz), el jefe de Andrés, pondrá a competir al staff del bufete de abogados para definir quién será su nuevo socio y es justamente el personaje de Echarri quien está más interesado en hacer lo que sea necesario para conseguir ese puesto.
Sin embargo, la historia no será la única ficción que la pantalla chica ponga al aire mañana. Herederos de una venganza se suma a la grilla televisiva, desde El Trece, para competir directamente con la producción de Echarri, ya que irá en el mismo horario.
“Herederos…”, que será protagonizada por Romina Gaetani y Luciano Castro, se centra en los habitantes de Vidisterra, un pequeño pueblo dedicado casi exclusivamente al cultivo de la vid y la producción de vino. Allí existe una sola bodega que posee todos los viñedos y todas las fuentes de trabajo, y Antonio (Castro) ingeniero agrónomo, llega al lugar con el único fin de contraer matrimonio con Angie, su novia y así comenzarán sus problemas. En ese pueblo se reúne una logia milenaria liderada por el Gran Maestre (Alfredo Alcón) y de la cual participan los personajes más destacados y poderosos del lugar.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

A Pablo Echarri se le soltó la cadena






El actor defenestró a los galanes de la tele actual y se quejó por no tener espacio en pantalla. Ya salieron a criticarlo.

Él es uno de los actores más sexies de la televisión y hace bastante tiempo no se lo ve por esos pagos. Sus fans lo extrañan, pero por el momento parece que lo van a tener que seguir yendo a ver al teatro.

Sucede que durante una entrevista a "Intrusos en el espectáculo", Pablo Echarri trató de "tristes" a los nuevos galanes y se quejó de no tener un espacio al aire en la actualidad. Sin embargo, tal como dejó trascender Jorge Rial, varios productores aseguraron que si Echarri no está en la tele es porque sus pretensiones salariales son desmedidas

El conductor comentó que un empresario llamó a la producción del programa para aclarar que sí le había ofrecido trabajar, pero que al momento de arreglar el cachet no pudieron llegar a un acuerdo: "Se le presentaron tres opciones de comedia, pero no arreglamos con el tema de la plata. Quería tres millones de dólares por un contrato de un año", habría dicho.

Como si todo esto fuera poco, Rial comentó que varios de sus colegas actores se sintieron un poco ofendidos tras sus declaraciones. El regreso de Echarri a la televisión: ¿cada vez más lejos?

Fuente:laciudad

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