Cristian Sancho, versión unisex, en apoyo a la causa gay

Ya en 1949, la francesa Simone de Beauvior, a pedido de su amigo Jean-Paul Sartre, escribió sobre lo que significaba para ella ser mujer. “El segundo sexo”, tal el título del libro, fue un éxito de ventas, e inició un debate sobre la igualdad de condiciones entre el hombre y la mujer, que se resumía en una frase: “No se nace mujer, se llega a serlo”. El ensayo, que fue la obra de cabecera del posterior movimiento feminista, planteaba que el papel de la mujer en la sociedad estaba condicionado por cuestiones culturales, y que no había motivos sustanciales para la desigualdad entre los sexos. Es decir, los límites entre la feminidad y la masculinidad se desdibujaban. Una mujer podía tener el poder de decisión de un hombre y, en consecuencia, un hombre podía poseer la sensibilidad de una mujer. Con los años, el debate se amplió y un mundo hasta entonces oculto salió del closet en busca de nuevas reivindicaciones. El mundo gay entró en escena y enarboló la bandera de un debate sexual ampliado, que se había iniciado cerca de medio siglo atrás.
“Hay que ser muy hombre para aceptar la feminidad masculina”, dispara Cristian Sancho (35), en medio de una producción que resume el dilema de un hombre que, al mismo tiempo, se siente mujer Desde su personaje de la tira de Telefe “Botineras”, el actor dio vida al “Flaco” Riveiro, un futbolista que tiene mujer e hijos y, por otro lado, vive una relación homosexual con “Lalo”, el personaje de Ezequiel Castaño (29) Con una interpretación, que tuvo una apasionada escena entre ambos, Sancho sensibilizó al público y, lo más importante, logó que parte de la comunidad gay se sintiera representada y, sobre todo, respetada

En una semana clave en la aprobación de la ley de Matrimonio entre personas del mismo sexo, Sancho iza la bandera de la causa gay, a la espera de la votación en la cámara de Senadores, el miércoles 14, después de su media sanción en Diputados.

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