Es martes a la tarde y Benjamín Vicuña merienda medialunas con dulce de leche en el comedor de la casa que alquiló frente a la laguna de José Ignacio para las vacaciones. Detrás, sentados en los sillones blancos del living, sus hijos Bautista (2) y Blanca (4) ya tienen los pijamas puestos y están mirando dibujitos en la tele con el volumen bajo. Entonces aparece Carolina “Pampita” Ardohain. Lleva un vestido corto de lentejuelas doradas, sandalias de taco altísimo, el pelo todavía mojado y mucho maquillaje. “Vamos a comer unas salchichas con puré”, le dice con cariño a Blanca. Pero a la niña parece que le gusta más el de calabaza, y Carolina insiste: “El blanquito, mi amor, otro día preparamos el naranja”. En un rato, la modelo se tiene que ir a un evento en José Ignacio y quiere dejarlo todo listo.
Benjamín acaba de terminar de filmar la primera temporada de la serie Prófugos, que se estrena en junio por HBO Latinoamérica. Allí interpreta a un policía encubierto en una banda de narcotraficantes. “Me creí tanto el personaje que me pasé con el esfuerzo físico y me volvieron los dolores en la hernia de disco que tengo desde hace seis años”, cuenta. Y Bautista, su hijo, se creyó el personaje todavía más. Durante los últimos seis meses lo vio usar camperas de cuero, enfrentarse a tiros en descampados y correr en moto por la ruta. “No entiende bien a qué me dedico, creo que piensa que soy detective o motoboy”, cuenta entre risas.
Para 2011, además de Prófugos, Benjamín prepara la obra de teatro danesa Festen. “Es una pieza que habla sobre la pedofilia, la familia, el dolor, el amor y la vergüenza. Un comentario de denuncia necesario para cualquier sociedad”, dice. El proyecto lo está desarrollando desde el Centro Cultural Mori, que fundó junto con el actor Gonzalo Valenzuela en Santiago de Chile. “A través del centro, busco darles un espacio digno a artistas y generar una plataforma creativa que ayude a la creación de un nuevo público. Ese es uno de los desafíos más importantes que tiene Chile a nivel cultural”, asegura.
Las grabaciones de Prófugos llevaron a la familia Vicuña-Ardohain a viajar por Chile, Bolivia y Perú. “Con Carolina tenemos una política solidaria de acompañarnos y potenciarnos. Tomamos las decisiones en familia evaluando las diferentes prioridades. Este año todavía no sabemos si volvemos a Argentina o a España”, explica. Mientras tanto, Blanca y Bautista van y vienen. Se crían un poco en cada país. “Ya tienen nuestro espíritu gitano. Nos gusta que sean ligeros de equipaje. Si bien son chiquitos, ya estuvieron en varios jardines de infantes diferentes”, cuenta Benjamín.
–Y cuando Blanca empiece el primario, ¿piensan instalarse en algún lado?
–Son preguntas que todavía no quiero hacerme. Espero no tener que coartarnos nuestras aspiraciones artísticas por esas convenciones. La educación también pasa por lo que uno pueda darles y por lo que te enseña la vida. Al fin y al cabo, colegios buenos hay en todas partes. Cuando yo era chico, los niños eran los niños y los grandes, los grandes: quiero que mis hijos tengan una opinión y un lugar en la casa. Busco potenciarles la creatividad y el juego. En casa pintan todo el tiempo y Blanquita ya toma clases de baile. Me pidió festejar su cumpleaños en la sala de teatro que tenemos en el centro cultural.
–¿Cómo es ser la pareja de una de las mujeres más lindas de Argentina?
–Más allá de las connotaciones que eso pueda tener, trato de concentrarme en nuestra relación. Carolina es la mujer de mi vida, una persona con un carisma y un corazón gigantes y de una belleza encandilante.
–Como actor y hombre deseado por tantas mujeres, ¿es difícil mantener la fidelidad?
–Es difícil, pero nos elegimos y es una decisión diaria, porque nadie tiene comprado a nadie. Es esa libertad la que nos hace felices y la que nos hace amarnos tanto. Nuestra relación es increíble y difícil, está llena de felicidad y también de dolor. Como cualquier otra pareja, luchamos y aprendemos cosas nuevas todos los días.
–¿Tienen ganas de casarse?
–Es algo que nos debemos y que queremos hacerlo bien, pero no está dentro de nuestras prioridades. Las ganas empiezan a nacer más tarde, con los hijos. No tenemos que demostrarle nada a nadie, ya tenemos una relación estable y, si bien el rito es importante, no cambia mucho. No sobrevaloramos el concepto, lo más importante es el amor en estado puro.
–¿Quieren tener más hijos?
–Sí, no está planificado, pero es un deseo constante. Es infinito el amor y el cariño que desarrollé por mis hijos. Blanca es mi niña preciosa y el amor de mi vida, se lo digo siempre. Día por medio le pido que se case conmigo. Y la llegada de Bautista fue maravillosa, porque no quisimos saber el sexo y fue una sorpresa increíble.
–Venís de una familia muy tradicional. ¿Tus padres te apoyaron de entrada con la actuación?
–No, para nada. Cuando salí del colegio empecé a estudiar teatro en el conservatorio estatal y nos dejamos de hablar por dos años. Creo que ellos buscaban protegerme, porque saben lo difícil que es conseguir trabajo y generarse oportunidades en el mundo de la actuación.
–¿Cuándo se reconciliaron?
–Cuando les demostré la pasión y la fascinación que sentía. Entonces confiaron en que podía seguir adelante y que lo iba a hacer con toda el alma. Hoy son mis grandes amigos y consejeros, y tengo su incondicionalidad y cariño. Fue un distanciamiento que sentí necesario para poder volar, alcanzar la independencia y la libertad.
hola
Texto: Julia Talevi
Fotos: Ignacio Arnedo
Producción: Georgina Colzani
Agradecimientos: Bautissa, Herencia
Argentina, Raf
Benjamín acaba de terminar de filmar la primera temporada de la serie Prófugos, que se estrena en junio por HBO Latinoamérica. Allí interpreta a un policía encubierto en una banda de narcotraficantes. “Me creí tanto el personaje que me pasé con el esfuerzo físico y me volvieron los dolores en la hernia de disco que tengo desde hace seis años”, cuenta. Y Bautista, su hijo, se creyó el personaje todavía más. Durante los últimos seis meses lo vio usar camperas de cuero, enfrentarse a tiros en descampados y correr en moto por la ruta. “No entiende bien a qué me dedico, creo que piensa que soy detective o motoboy”, cuenta entre risas.
Para 2011, además de Prófugos, Benjamín prepara la obra de teatro danesa Festen. “Es una pieza que habla sobre la pedofilia, la familia, el dolor, el amor y la vergüenza. Un comentario de denuncia necesario para cualquier sociedad”, dice. El proyecto lo está desarrollando desde el Centro Cultural Mori, que fundó junto con el actor Gonzalo Valenzuela en Santiago de Chile. “A través del centro, busco darles un espacio digno a artistas y generar una plataforma creativa que ayude a la creación de un nuevo público. Ese es uno de los desafíos más importantes que tiene Chile a nivel cultural”, asegura.
Las grabaciones de Prófugos llevaron a la familia Vicuña-Ardohain a viajar por Chile, Bolivia y Perú. “Con Carolina tenemos una política solidaria de acompañarnos y potenciarnos. Tomamos las decisiones en familia evaluando las diferentes prioridades. Este año todavía no sabemos si volvemos a Argentina o a España”, explica. Mientras tanto, Blanca y Bautista van y vienen. Se crían un poco en cada país. “Ya tienen nuestro espíritu gitano. Nos gusta que sean ligeros de equipaje. Si bien son chiquitos, ya estuvieron en varios jardines de infantes diferentes”, cuenta Benjamín.
–Y cuando Blanca empiece el primario, ¿piensan instalarse en algún lado?
–Son preguntas que todavía no quiero hacerme. Espero no tener que coartarnos nuestras aspiraciones artísticas por esas convenciones. La educación también pasa por lo que uno pueda darles y por lo que te enseña la vida. Al fin y al cabo, colegios buenos hay en todas partes. Cuando yo era chico, los niños eran los niños y los grandes, los grandes: quiero que mis hijos tengan una opinión y un lugar en la casa. Busco potenciarles la creatividad y el juego. En casa pintan todo el tiempo y Blanquita ya toma clases de baile. Me pidió festejar su cumpleaños en la sala de teatro que tenemos en el centro cultural.
–¿Cómo es ser la pareja de una de las mujeres más lindas de Argentina?
–Más allá de las connotaciones que eso pueda tener, trato de concentrarme en nuestra relación. Carolina es la mujer de mi vida, una persona con un carisma y un corazón gigantes y de una belleza encandilante.
–Como actor y hombre deseado por tantas mujeres, ¿es difícil mantener la fidelidad?
–Es difícil, pero nos elegimos y es una decisión diaria, porque nadie tiene comprado a nadie. Es esa libertad la que nos hace felices y la que nos hace amarnos tanto. Nuestra relación es increíble y difícil, está llena de felicidad y también de dolor. Como cualquier otra pareja, luchamos y aprendemos cosas nuevas todos los días.
–¿Tienen ganas de casarse?
–Es algo que nos debemos y que queremos hacerlo bien, pero no está dentro de nuestras prioridades. Las ganas empiezan a nacer más tarde, con los hijos. No tenemos que demostrarle nada a nadie, ya tenemos una relación estable y, si bien el rito es importante, no cambia mucho. No sobrevaloramos el concepto, lo más importante es el amor en estado puro.
–¿Quieren tener más hijos?
–Sí, no está planificado, pero es un deseo constante. Es infinito el amor y el cariño que desarrollé por mis hijos. Blanca es mi niña preciosa y el amor de mi vida, se lo digo siempre. Día por medio le pido que se case conmigo. Y la llegada de Bautista fue maravillosa, porque no quisimos saber el sexo y fue una sorpresa increíble.
–Venís de una familia muy tradicional. ¿Tus padres te apoyaron de entrada con la actuación?
–No, para nada. Cuando salí del colegio empecé a estudiar teatro en el conservatorio estatal y nos dejamos de hablar por dos años. Creo que ellos buscaban protegerme, porque saben lo difícil que es conseguir trabajo y generarse oportunidades en el mundo de la actuación.
–¿Cuándo se reconciliaron?
–Cuando les demostré la pasión y la fascinación que sentía. Entonces confiaron en que podía seguir adelante y que lo iba a hacer con toda el alma. Hoy son mis grandes amigos y consejeros, y tengo su incondicionalidad y cariño. Fue un distanciamiento que sentí necesario para poder volar, alcanzar la independencia y la libertad.
hola
Texto: Julia Talevi
Fotos: Ignacio Arnedo
Producción: Georgina Colzani
Agradecimientos: Bautissa, Herencia
Argentina, Raf
Benjamin Vucuña entrevista fotos
No hay comentarios:
Publicar un comentario