Es inevitable caer en la obviedad de la comparación con el viaje realizado por el “Che” Guevara y su amigo Alberto Granados; primero porque las motocicletas son el medio de transporte, segundo porque la aventura fue gestada por un grupo de amigos y tercero porque también existe un diario de viaje, pero, claro, la manera de construir el cuaderno de bitácora es muy diferente al de 1952. El viejo bloc, desgastado por los trajín de los caminos, que se guarda como un tesoro en un rincón de la mochila junto con la ropa sucia y los utensilios para cocinar en el campamento deviene anacrónico en la travesía del siglo XXI. Para los BMW Riders la cosa es más sencilla y pública. Desde un blog, los muchachos cuentan sus anécdotas diarias en la ruta. Otra diferencia que se suma es que los propósitos del viaje nada tienen que ver con la idea revolucionaria del “Che”. Tampoco “La Poderosa” que acompañaba al líder cubano y a su amigo y que cada tanto los dejaba a pie, se compara con las BMW en las que andan los Viale y su pandilla.
Si bien, tanto Nacho Viale como su padre Ignacio y su cuñado Gonzalo Valenzuela son personas públicas, no son muy afectas a dar a conocer los acontecimientos de sus vidas, pero en este caso decidieron convertirse en bloggers y relatar sus hazañas, redactadas en la Web por el nieto de Mirtha Legrand.
El miércoles 24 de marzo, iniciaron esa bitácora online anticipando lo que sería el viaje. Cinco motos y una camioneta –en la que viaja Matías Viale, el medio hermano de Nacho– partieron de Salta para subir hasta Bolivia y pasar por el salar de Uyuni. El sábado 27 fue el comienzo de la aventura que los llevará hasta el Machu Pichu y Nazca, donde viajarán en helicóptero para ver las famosas líneas homónimas.
El primer paso fue ir en avión hasta Salta, donde llegaron el viernes y de ahí siguieron el trayecto en moto. Los cinco viajeros recorrieron lugares “muuuuy primitivos, muy salvajes” en los que no tenían ni Internet ni teléfonos, según describieron ellos mismos.
En la primera etapa del viaje, se les unieron amigos locales que los acompañaron y aumentaron el grupo. A los pocos kilómetros de ruta comenzaron a ganar altura en el “camino de cornisa” que los llevó hasta Jujuy. Recién pararon para almorzar en Purmamarca, con vista al Cerro de los 7 Colores. “Cada vez había menos densidad de población, y los pueblos se iban transformando en más humildes, pero la gente muy buena. Todo el mundo nos trataba de una manera increíble!”, publicaron en el blog. En el camino también sufrieron tormentas al norte de Jujuy, en Humahuaca, y tuvieron que resguardarse en una estación de servicio hasta que se detuviera el temporal. La primera noche la pasaron en una hostería de Yavi, un pueblito que está pasando La Quiaca. A la mañana siguiente las BMW Riders cruzaron la primera frontera y pisaron suelo boliviano.
El cruce en la aduana tuvo una de las anécdotas de la travesía. “Del lado argentino nos atendieron muy bien y rápido, pero..., perooooooooooooooo llegamos a la parte boliviana. Nos tocó un personaje que describirlo con adjetivos sería imposible, pero era una licuadora de un capítulo de Mr. Bean…, y unos quilombos informáticos que eran peores que el pánico sembrado por el Y2K en el año 2000. Luego de casi 3 horas..., sííí 3 horas, logramos entrar con todo a Bolivia”, contaron. En el país de Evo Morales, les tocó transitar caminos en su mayoría de ripio y superar los obstáculos con lluvias torrenciales y granizo. “La pobreza que hay en estos lugares es absoluta y como ya les dije es difícil de explicar..,. viven en otro mundo, tienen otras necesidades y realidades y, por supuesto, otras prioridades”, contaron sus impresiones. En Bolivia el objetivo era conocer Uyuni, las salinas más grandes. Luego, siguieron camino hasta Oruro, donde pasaron la noche para arrancar al siguiente día hacia Copacabana.
Una vez que lleguen a Nazca, los motociclistas comenzarán su descenso y pasarán por Chile, tierras de Valenzuela. Mientras tanto, el camino sigue cuesta arriba y por Perú.
elargentino Fotos: álbum personal de Nacho Viale.
Si bien, tanto Nacho Viale como su padre Ignacio y su cuñado Gonzalo Valenzuela son personas públicas, no son muy afectas a dar a conocer los acontecimientos de sus vidas, pero en este caso decidieron convertirse en bloggers y relatar sus hazañas, redactadas en la Web por el nieto de Mirtha Legrand.
El miércoles 24 de marzo, iniciaron esa bitácora online anticipando lo que sería el viaje. Cinco motos y una camioneta –en la que viaja Matías Viale, el medio hermano de Nacho– partieron de Salta para subir hasta Bolivia y pasar por el salar de Uyuni. El sábado 27 fue el comienzo de la aventura que los llevará hasta el Machu Pichu y Nazca, donde viajarán en helicóptero para ver las famosas líneas homónimas.
El primer paso fue ir en avión hasta Salta, donde llegaron el viernes y de ahí siguieron el trayecto en moto. Los cinco viajeros recorrieron lugares “muuuuy primitivos, muy salvajes” en los que no tenían ni Internet ni teléfonos, según describieron ellos mismos.
En la primera etapa del viaje, se les unieron amigos locales que los acompañaron y aumentaron el grupo. A los pocos kilómetros de ruta comenzaron a ganar altura en el “camino de cornisa” que los llevó hasta Jujuy. Recién pararon para almorzar en Purmamarca, con vista al Cerro de los 7 Colores. “Cada vez había menos densidad de población, y los pueblos se iban transformando en más humildes, pero la gente muy buena. Todo el mundo nos trataba de una manera increíble!”, publicaron en el blog. En el camino también sufrieron tormentas al norte de Jujuy, en Humahuaca, y tuvieron que resguardarse en una estación de servicio hasta que se detuviera el temporal. La primera noche la pasaron en una hostería de Yavi, un pueblito que está pasando La Quiaca. A la mañana siguiente las BMW Riders cruzaron la primera frontera y pisaron suelo boliviano.
El cruce en la aduana tuvo una de las anécdotas de la travesía. “Del lado argentino nos atendieron muy bien y rápido, pero..., perooooooooooooooo llegamos a la parte boliviana. Nos tocó un personaje que describirlo con adjetivos sería imposible, pero era una licuadora de un capítulo de Mr. Bean…, y unos quilombos informáticos que eran peores que el pánico sembrado por el Y2K en el año 2000. Luego de casi 3 horas..., sííí 3 horas, logramos entrar con todo a Bolivia”, contaron. En el país de Evo Morales, les tocó transitar caminos en su mayoría de ripio y superar los obstáculos con lluvias torrenciales y granizo. “La pobreza que hay en estos lugares es absoluta y como ya les dije es difícil de explicar..,. viven en otro mundo, tienen otras necesidades y realidades y, por supuesto, otras prioridades”, contaron sus impresiones. En Bolivia el objetivo era conocer Uyuni, las salinas más grandes. Luego, siguieron camino hasta Oruro, donde pasaron la noche para arrancar al siguiente día hacia Copacabana.
Una vez que lleguen a Nazca, los motociclistas comenzarán su descenso y pasarán por Chile, tierras de Valenzuela. Mientras tanto, el camino sigue cuesta arriba y por Perú.
elargentino Fotos: álbum personal de Nacho Viale.
nacho viale manguera valenzuela viaje fotos
CHE QUE BUEN VIAJE !!! UN SALUDO A LEO CORDASCO (DESDE CASTELAR CITY) EL TAMBIEN ESTUVO AHI !!
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