¡Ni el propio Íñigo lo hizo mejor en su día! Pero eso no quita que añadamos pimentón a sus tríceps y lo 'teletrinchemos' hoy 'a feira', en plan homenaje cariñoso. Esto va, pues, de crítica constructiva. Empezando porque, sería estúpido negarlo, y más en estos tiempos que corren, el presentador ferrolano derrocha, él solito, sin ayuda de ningún estilista de mierda que se precie, más profesionalidad que el 99% de los personajillos que pululan por los 'prime times'.
El caso es que este Jesús Vázquez Martínez lo hace bien. Lo suyo está por encima de la media desde que era un repelente niño Vicente posmodernillo en 'La quinta marcha' y 'Hablando se entiende la basca'. Jesús Vázquez mola. Vázquez Jesús se moja, y de verdad. Es 'guais', el tío, hasta cuando va de cantante pop. Promueve el uso del condón, a gritos, por esas Chuecas de la 'Egggspaña' multicolor, junto con Boris y Grande-Marlaska, y lo hace sin cobrar un euro.
Por otro lado, cada año, un trillón de españoles encuestados se lo comerían, a él y a la Pataky bañados de chocolate, si pudieran. JV es lo mássss. Amigo de sus amigos. Marido de sus maridos. Íntimo de sus concursantes. A mí, de mayor, me gustaría parecerme a él (o a Grande-Marlaska). No hay suegra en esta nación de naciones que no quiera tenerlo de 'no yerno'.
¿Cuál es el problema entonces? ¿Por qué 'teletrinchar' a este dechado de perfección con la cantidad de 'telenergúmenos' que copan cada día nuestras pantallas? Muy sencillo. Por su afán de protagonismo. Por esa adicción a chupar cámara que lo lleva, directamente, a convertirse en una especie de yonqui de la aparición estelar en todo concurso de Telecinco que se precie. ¿Se creerá el tío, en sus delirios de grandeza, investido con el don de la ubicuidad catódica? Dicho en otras palabras: Jesusito de mi vida, tú eres niño como yo, por eso te quiero tanto y te doy mi corazón, pero, ¡cojones!, ¡deja ya de multiplicarte presentando galas y concursos porque lo tuyo empieza a oler (y no a 'eau de perfum pour homme' de Jean Paul Gaultier precisamente)!
'OT', 'Supervivientes', 'Nadie es perfecto', más 'OT', 'Desde Utrera con amor', otra de 'Supervivientes' y, últimamente, dándonos apretones a la hora del aperitivo con 'Allá tú', esa 'gilisandez' de las cajitas que presentas pasado de vueltas 'amigueteras' y en el que todos los concursantes parecen encontrarse bajo los efectos de un potente alucinógeno. Lo dicho, Vázquez, se te quiere. No te quemes. No nos quemes. Con un 'pesao' tocapelotas como Ibarretxe, ese fantasmón con vocación de carcoma que no se va ni rociándolo con aguarrás, tenemos bastante en este bendito y sacrosanto país.
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