Dicen que no es tan alto como parece y que sus ojos sólo brillan en las películas. Que suele enojarse con los periodistas, que es muy fácil encontrarlo de mal humor y que las arrugas lo avejentan. Pero cuando Hugh Grant llega al hotel Four Season de Beverly Hills a las 10.30 a.m. esa percepción cambia completamente.
Camisa azul marino entallada y arremangada, y jeans. Se presenta estrechando la mano, con una sonrisa y en un eye to eye se sienta. Su cuerpo es atlético y fuerte. Las arrugas alrededor de sus ojos y boca, le sacan el aire aniñado para aportarle una madurez por demás interesante. Desayuna café con leche y un muffin con pepitas de chocolate. Está de muy buen humor. Su mirada desconfiada y encorazada y esos ojos azules, cálidos, que miran fijo y son capaces de asumir cualquier miseria –como leerán a continuación, la entrevista está plagada de términos relacionados con el miedo– lo vuelven tan inalcanzable como deseable.
Grant es uno de los hombres de Hollywood más sensible e inteligente y, por eso, es también víctima de sus virtudes. Nació en el seno de una familia inglesa de larga tradición militar (su bisabuelo, Major James Murray Grant, fue conmemorado por su valentía y liderazgo durante la Segunda Guerra Mundial) y de niño amaba ir a cazar a Escocia. Estudió Literatura Inglesa en la Universidad de Oxford, donde se graduó con honores, y durante su juventud tuvo distintos trabajos ligados a la escritura: escribió reseñas de libros, sketches cómicos para la televisión y comerciales para radio. Carismático, gracioso y sensible, la actuación para él fue sólo una salida creativa y se anotó en la Sociedad Dramática de la Universidad de Oxford.
La primera película en la que participó fue Privileged (1982) y ese título signó su carrera. Más que un buen actor, Hugh Grant es un profesional de la industria del espectáculo. Para él, Hollywood es sólo un espacio de trabajo y la actuación, una ocupación por la que le pagan. Actuar le da terror. Fue criticado por no interpretar papeles desafiantes. Después de dos años sin trabajar (su última película fue Letra y Música co-protagonizada con Drew Barrimore), Hugh Grant vuelve al cine y lo hace junto a Sarah Jessica Parker en Did you hear about the Morgans? de Marc Lawrence. Allí, Hugh y Sarah interpretan a una pareja exitosa de Manhattan que están al borde de una crisis predivorcio y en una de sus tantas peleas callejeras, presencian un asesinato y son enviados a Wyoming –pleno wild best– por un programa de protección estatal de testigos.
¿Qué te hizo volver al cine? Mmm… me gusta mucho cómo escribe Marc –director de Letra y música y Two weeks notice, en la que Grant actuó con Sandra Bullock–, me hace reír mucho. Pienso que éste es el mejor guión que escribió en su vida. Como lo conozco bien, fue como estar en familia y no tuve tanto miedo para actuar las escenas. Además, me pareció bueno que no fuera una típica comedia romántica. La película trata de una pareja casada con problemas conyugales. Eso lo hizo un poco difícil para mí… sólo un poco. También, me gustó filmar en el medio de Estados Unidos, nunca antes hice eso, conocer el salvaje Oeste fue fascinante. Fue bizarro y me parece un lugar muy hermoso.
¿Cómo fue trabajar con Sarah Jessica Parker? Hubo rumores de romance. (N. de la R.: Después de Elizabeth Hurley, con quien estuvo 13 años hasta 2000, Hugh estuvo en pareja con la escritora inglesa Jemima Marcelle Goldsmith, hasta 2007). A esta pregunta, uno siempre tiene que responder diciendo que te encantó… Pero yo realmente la amé, sobrepasó mis expectativas. La razón por la cual soy bastante reacio a actuar es por mi gran problema con los nervios, y ella me ayudó a resolver mi miedo a actuar. No tuve que preocuparme. Es una persona muy inteligente, graciosa y una gran actriz y creo que funcionó. Fue una gran experiencia. Sarah y Sandra Bullock fueron las dos personas con las que me sentí más cómodo para trabajar. Pero, sólo somos amigos.
¿Creés que vas a ver esta película de acá a cinco años y la vas a disfrutar? Bueno, odio cada película que hice y no las miro, salvo cuando alguna noche, haciendo zapping, engancho una por la tele. Suelo mirarlas, pero no más de diez minutos, no me gustan. Pero eso no tiene nada que ver con Marc, sino conmigo, él es increíblemente inteligente y hay un gran cerebro detrás de sus películas y por eso sé que van a durar.
¿Por qué actuás si la pasás tan mal? Bueno, es mi trabajo. O sea, me gusta todo lo que tiene que ver con hacer películas, excepto actuar, es muy estresante para mí, me pongo muy tenso.
¿Sos muy autocrítico? Claro que sí, de manera horriblemente triste. Cuando me veo siento pánico, como cuando hacés un examen en la escuela, después lo ves y decís: “¿Cómo pude haber hecho esto?”. Y después, está bien, pero me cuesta mucho acostumbrarme.
Tus inicios fueron con el grupo cómico The Jockeys of Norfolk con los que recorrías el circuito de pubs londinenses. ¿Por qué nunca pensaste en hacer drama? La gente siempre me pregunta cuándo voy a hacer algo serio, pero desprestigian la comedia como si fuera algo fácil, pero no lo es. Y la verdad es que no soy bueno para el drama, lo intenté, pero no… no me siento cómodo y hay gente que puede hacerlo mejor que yo. La comedia es lo único que puedo hacer.
¿Es cierto que estás escribiendo un libro sobre tu vida? No, no creo que la historia de mi vida sea muy interesante. Pero sí escribí la mitad de un libro, quizá salga algún día, pero bajo otro nombre. Estoy trabajando en una novela oscura y enferma. Lo tengo que terminar, soy un poco vago, pero escribir es lo único que me hace feliz.
¿De qué se trata? No quiero hablar mucho sobre ello, pero el personaje principal es un monstruo, un ser humano terrible, aunque gracioso.
En septiembre cumplirás 50 años, ¿lo ves como algo positivo o te deprime? No puedo ver muchas ventajas. Creo que es algo triste y por eso voy a celebrar mi cumpleaños en Dignitas –N. de la R. clínica suiza de suicidio asistido–. Llegar a los 50 es suficiente... No, es un chiste.
¿Algún nuevo vicio? Soy adicto a la Blackberry. Sé que si la apago la vida se vuelve seis veces mejor, pero la tecnología me puede. El otro día estaba cenando con mi padre y él tiene muchísimos catálogos tecnológicos, hay algunos que son fantásticos, y no había nada en el catálogo que no quisiera. Es terrible.
Fuente: Para Ti Julieta Mortati (enviada especial a Los Angeles) fotos gentileza sony pictures
Camisa azul marino entallada y arremangada, y jeans. Se presenta estrechando la mano, con una sonrisa y en un eye to eye se sienta. Su cuerpo es atlético y fuerte. Las arrugas alrededor de sus ojos y boca, le sacan el aire aniñado para aportarle una madurez por demás interesante. Desayuna café con leche y un muffin con pepitas de chocolate. Está de muy buen humor. Su mirada desconfiada y encorazada y esos ojos azules, cálidos, que miran fijo y son capaces de asumir cualquier miseria –como leerán a continuación, la entrevista está plagada de términos relacionados con el miedo– lo vuelven tan inalcanzable como deseable.
Grant es uno de los hombres de Hollywood más sensible e inteligente y, por eso, es también víctima de sus virtudes. Nació en el seno de una familia inglesa de larga tradición militar (su bisabuelo, Major James Murray Grant, fue conmemorado por su valentía y liderazgo durante la Segunda Guerra Mundial) y de niño amaba ir a cazar a Escocia. Estudió Literatura Inglesa en la Universidad de Oxford, donde se graduó con honores, y durante su juventud tuvo distintos trabajos ligados a la escritura: escribió reseñas de libros, sketches cómicos para la televisión y comerciales para radio. Carismático, gracioso y sensible, la actuación para él fue sólo una salida creativa y se anotó en la Sociedad Dramática de la Universidad de Oxford.
La primera película en la que participó fue Privileged (1982) y ese título signó su carrera. Más que un buen actor, Hugh Grant es un profesional de la industria del espectáculo. Para él, Hollywood es sólo un espacio de trabajo y la actuación, una ocupación por la que le pagan. Actuar le da terror. Fue criticado por no interpretar papeles desafiantes. Después de dos años sin trabajar (su última película fue Letra y Música co-protagonizada con Drew Barrimore), Hugh Grant vuelve al cine y lo hace junto a Sarah Jessica Parker en Did you hear about the Morgans? de Marc Lawrence. Allí, Hugh y Sarah interpretan a una pareja exitosa de Manhattan que están al borde de una crisis predivorcio y en una de sus tantas peleas callejeras, presencian un asesinato y son enviados a Wyoming –pleno wild best– por un programa de protección estatal de testigos.
¿Qué te hizo volver al cine? Mmm… me gusta mucho cómo escribe Marc –director de Letra y música y Two weeks notice, en la que Grant actuó con Sandra Bullock–, me hace reír mucho. Pienso que éste es el mejor guión que escribió en su vida. Como lo conozco bien, fue como estar en familia y no tuve tanto miedo para actuar las escenas. Además, me pareció bueno que no fuera una típica comedia romántica. La película trata de una pareja casada con problemas conyugales. Eso lo hizo un poco difícil para mí… sólo un poco. También, me gustó filmar en el medio de Estados Unidos, nunca antes hice eso, conocer el salvaje Oeste fue fascinante. Fue bizarro y me parece un lugar muy hermoso.
¿Cómo fue trabajar con Sarah Jessica Parker? Hubo rumores de romance. (N. de la R.: Después de Elizabeth Hurley, con quien estuvo 13 años hasta 2000, Hugh estuvo en pareja con la escritora inglesa Jemima Marcelle Goldsmith, hasta 2007). A esta pregunta, uno siempre tiene que responder diciendo que te encantó… Pero yo realmente la amé, sobrepasó mis expectativas. La razón por la cual soy bastante reacio a actuar es por mi gran problema con los nervios, y ella me ayudó a resolver mi miedo a actuar. No tuve que preocuparme. Es una persona muy inteligente, graciosa y una gran actriz y creo que funcionó. Fue una gran experiencia. Sarah y Sandra Bullock fueron las dos personas con las que me sentí más cómodo para trabajar. Pero, sólo somos amigos.
¿Creés que vas a ver esta película de acá a cinco años y la vas a disfrutar? Bueno, odio cada película que hice y no las miro, salvo cuando alguna noche, haciendo zapping, engancho una por la tele. Suelo mirarlas, pero no más de diez minutos, no me gustan. Pero eso no tiene nada que ver con Marc, sino conmigo, él es increíblemente inteligente y hay un gran cerebro detrás de sus películas y por eso sé que van a durar.
¿Por qué actuás si la pasás tan mal? Bueno, es mi trabajo. O sea, me gusta todo lo que tiene que ver con hacer películas, excepto actuar, es muy estresante para mí, me pongo muy tenso.
¿Sos muy autocrítico? Claro que sí, de manera horriblemente triste. Cuando me veo siento pánico, como cuando hacés un examen en la escuela, después lo ves y decís: “¿Cómo pude haber hecho esto?”. Y después, está bien, pero me cuesta mucho acostumbrarme.
Tus inicios fueron con el grupo cómico The Jockeys of Norfolk con los que recorrías el circuito de pubs londinenses. ¿Por qué nunca pensaste en hacer drama? La gente siempre me pregunta cuándo voy a hacer algo serio, pero desprestigian la comedia como si fuera algo fácil, pero no lo es. Y la verdad es que no soy bueno para el drama, lo intenté, pero no… no me siento cómodo y hay gente que puede hacerlo mejor que yo. La comedia es lo único que puedo hacer.
¿Es cierto que estás escribiendo un libro sobre tu vida? No, no creo que la historia de mi vida sea muy interesante. Pero sí escribí la mitad de un libro, quizá salga algún día, pero bajo otro nombre. Estoy trabajando en una novela oscura y enferma. Lo tengo que terminar, soy un poco vago, pero escribir es lo único que me hace feliz.
¿De qué se trata? No quiero hablar mucho sobre ello, pero el personaje principal es un monstruo, un ser humano terrible, aunque gracioso.
En septiembre cumplirás 50 años, ¿lo ves como algo positivo o te deprime? No puedo ver muchas ventajas. Creo que es algo triste y por eso voy a celebrar mi cumpleaños en Dignitas –N. de la R. clínica suiza de suicidio asistido–. Llegar a los 50 es suficiente... No, es un chiste.
¿Algún nuevo vicio? Soy adicto a la Blackberry. Sé que si la apago la vida se vuelve seis veces mejor, pero la tecnología me puede. El otro día estaba cenando con mi padre y él tiene muchísimos catálogos tecnológicos, hay algunos que son fantásticos, y no había nada en el catálogo que no quisiera. Es terrible.
Fuente: Para Ti Julieta Mortati (enviada especial a Los Angeles) fotos gentileza sony pictures
Hugh Grant atlético fuerte fotos entrevista
hugh grant me encantan sus peliculas y es un hombre con alma de niño .y sus peliculas tan romanticas por que se ba a deprimir un hombre como hugh grant por cumplir 50 años ya que las mujeres deben estar haciendo cola por el .te amo hugh grant .quiero ser tu esposa .de peru .betzabet sanchez troncos
ResponderEliminares hermosoo me encanta cada vez q lo miro me enamoro mas y mas de su sonrisa,sus ojos,su boca,y especialmente su mirada cautivadora...y lo amoo!es el mejor actor no va a ocupar nada ni nadie su lugar!
ResponderEliminarMe encanta Hugh Grant. Lo adoro cuando veo Amor con preaviso con mi ídola Sandra Bullock. La he visto un montón de veces y nunca me canso. Ojalá vuelvan a trabajar juntos, él y Keanu Reeves son los mejores partenaire de Sandy. Lástima que estando ambos solos no se hayan enamorado porque hacen una pareja soñada. Son divinos.
ResponderEliminarhugh grant es sexy y muy lindo que lindo que nada es wuapo apesar de que tiene 50 años es muy wuapo es el sueño de toda mujer a quien no le gusta hugh grant esos ojos azules ese cabello cafe castaño claro y para rematar es ingles y muy romantico te amo hugh grant
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