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lunes, 3 de noviembre de 2008

Romper el maleficio: Brandon Routh






El hombre de acero está de regreso y con nuevo protagonista. Después de las casi tres décadas en las que el superhéroe tuvo la cara de Christopher Reeve, quien murió en 2004, una extensa búsqueda dio con la figura para el recambio: Brandon Routh resultó elegido para vestir el célebre traje y desafiar la maldición de dramas y muertes que la saga cinematográfica de Superman parece arrastrar.


Muchos actores rechazaron el papel excusándose en lo que se afincó en Hollywood como una maldición. Veamos lo que dejó la saga: George Reeves (Superman, 1951) fue encontrado muerto en 1959 con un tiro en la cabeza. Christopher Reeve quedó cuadripléjico en un accidente en 1995 y falleció en 2004. Margot Kidder (su Luisa Lane) tuvo un colapso nervioso y Richard Pryor (Superman III, 1983), padeció una esclerosis múltiple que lo llevó a la muerte en 2005. Margaux Hemingway, hermana de Mariel (Superman IV), se suicidó en 1996 y Marlon Brando (Superman, 1978) sufrió el suicidio de su hija Cheyenne y los diez años de prisión de su hijo Christian. De modo que, cuando la Warner Bros. Pictures decidió filmar Superman regresa, los ¿cómo?, ¿cuándo? y ¿dónde? no fueron problema. El quién resultó ser la clave. Para el director del filme, Bryan Singer (X-Men 1 y 2 y Los sospechosos de siempre), la imagen y el pasado intachable del protagonista fueron primordiales. “Quien interprete a Superman debe darle pureza y realidad al personaje”, concordó Richard Donner, papá de los filmes Superman I y II, que datan de 1978 y 1980. “Cuando uno identifica a un actor con otro papel, el personaje pierde, así que para hacerlo creíble él tiene que ser desconocido”, aconsejó Donner, quien había elegido, en su momento y personalmente, a Reeve como protagonista. Escuchando su consejo, Singer, no sólo descartó automáticamente a Ashton “That’s 70 show” Kutcher y al bravucón de Colin Farrell –grandes candidatos para el papel–, sino que se embarcó en un maratónico casting que incluyó los Estados Unidos, Inglaterra, Canadá y Australia. En el camino al rodaje, la lista de los que se negaron a reencarnar al superhéroe y otros que fueron descartados por el director impacta por la notoriedad de sus integrantes: Nicolas Cage, Josh Hartnett, Jude Law, Brendan Fraser y Jim Caviezel, así como a Tom Welling (protagonista de la versión joven de Superman en la serie de televisión Smallville), número puesto para el protagónico. Una vez que descubrió a Routh en una audición de 2004, Singer no lo dudó. Este morocho de 26 años, de ojos oscuros (azules en el filme) y una respetable altura de 1,83 m., tenía todo lo necesario para el papel: es lindo, completamente desconocido y sabe actuar. ¿Qué más se podía pedir? “Parecía como si hubiera salido de una revista de historietas. A esa altura, él fue mi primera y única elección”, afirmó. Sin desesperarse ante semejante danza de nombres, Routh mantuvo la calma: “Este papel era perfecto para mí y sabía que de alguna manera me iba a llegar”, afirmó y desmintió con un solo gesto creer en supersticiones.

Con la capa puesta
Nació el 9 de octubre de 1979, en el estado de Iowa. Las raíces provincianas fueron un punto a favor para BJ (como llaman a Brandon), aportándole similitud con el personaje. “Mis orígenes me ayudaron a protegerme del ambiente de Hollywood, donde los actores, por lo general, tienen una fachada arrogante”, declaró más tarde. Su físico, trabajado por años de natación, fútbol y atletismo, y su rostro, que varios encuentran muy similar al del joven Reeve, colaboraron muchísimo a la hora de la selección. “Chris (Reeve) es el Superman que yo recuerdo –explicó el veinteañero Routh–. Así que, mientras rodaba el principio de la historia, su actuación era lo que venía a mi mente”. Las comparaciones con el difunto actor fueron inevitables, pero Brandon las sobrellevó: “Se trató de un desafío muy grande, pero aprendí mucho”, afirmó quien, hasta el momento, sólo acreditaba algunas obras escolares en su haber, un año de estudios de inglés en la Universidad de Iowa, una participación en el video What a girl wants, de Christina Aguilera, y algunos bolos esporádicos en series como Gilmore Girls, Will and Grace y Cold Case en su CV. Hasta entonces, y como muchos otros actores en potencia, Brandon pagaba sus cuentas trabajando como bartender y, desde ese modesto lugar de trabajo, les servía tragos a las estrellas. “Fue duro, especialmente cuando venían las celebrities, ya que al verlos, no podía dejar de pensar más que en conseguir grandes cosas”, confesó Routh.

Con el protagónico asegurado, Brandon le puso el pecho (y no cualquiera: ¡uno con la súper S grabada!) a las presiones, se calzó el “disfraz” que –como todo chico– soñó probarse en su niñez y por el que cumplió con un arduo entrenamiento físico (tres horas diarias de pesas durante tres meses, para soportar los cuatro kilos que pesa el traje). Evitó pensar en las maldiciones que rodean al mito –“Jamás pensé en eso. No voy a dejar que las cosas que les pasaron a otras personas me afecten”, afirmó– y lo mismo hicieron los productores. Es que en sus manos tenían un clásico y debieron enfrentar las expectativas de los fanáticos del comic (traducido a 25 idiomas en más de 40 países), películas anteriores (en la pantalla grande desde 1941) y series de televisión del superhéroe, como Luisa y Clark (con Teri Hatcher), entre otras que se vieron en la historia catódica. Hay pocas posibilidades de decepcionarlos: Superman regresa contará con todos los efectos de la tecnología y los “chiches” que su presupuesto de U$S 184, 5 millones pudo pagar.

¿Y ahora...?
El filme retoma la historia cinco años después de que Superman (o bien llamado hombre de acero, Clark Kent o Kal-El) ha desaparecido misteriosamente. Metrópolis sufre los delitos del malvado Lex Luthor (Kevin Spacey); Luisa Lane (Kate Bosworth, actriz de Beyond the Sea) sigue trabajando en el diario El Planeta, olvidó al superhéroe, está comprometida y tiene un hijo. Orgulloso de “agregar un capítulo al legado de Superman”, Singer sumó algunas sorpresas: escenas digitalizadas de Marlon Brando (grabadas en 1978), así como la participación de Noel Neill (la Luisa Lane de la tevé de los años ’50) como la veterana novia de Luthor. Los fanáticos y nostálgicos de la tetralogía de Chistopher Reeve podrán sentirse tranquilos: el protagónico de Routh tuvo el completo aval de Dana Reeve. Antes de morir (en marzo de 2006), la viuda del último Superman le envió una carta al set: “En ella decía que pensaba que iba a ser un buen Superman y me deseó buena suerte” contó Routh. “No puedo explicar lo que fue para mí tener su bendición. Estaba nervioso, ya que tratar de llenar los zapatos de Christopher asusta. La carta también me hizo dar cuenta de cuán importante es respetar, no sólo el papel, sino a la gente que fue parte del filme”, afirmó. Comprometido con la causa de su ‘mentor’, Routh trabajará para mantener viva la Fundación que lleva su nombre (que recauda fondos para la investigación de la cura de lesiones de la médula espinal) y por lo pronto, ya participó –junto a sus compañeros de elenco– de su primera subasta benéfica. Con el filme recién estrenado, ya hay varias que preguntan por el estado civil del actor. Luego de dos noviazgos, uno con la actriz Courtney Ford y otro con Rachel Boston, el solicitado Brandon salió a negar rumores que lo catalogaban como gay, e informó que mantiene una novia en Canadá. Igual, aspirantes (de uno y otro bando) no le faltan, especialmente ahora que acaban de instalar una estatua suya, como hombre de acero, en el Museo Madame Tussaud de Nueva York. Lanzado al estrellato, Routh espera que los papeles comiencen a llover, sin temor a quedarse encasillado en el rol del superhéroe. “No tengo miedo de ser catalogado, estoy prevenido y no me asusta”. Por lo pronto, lo veremos ‘de civil’ en el filme Denial y en la producción independiente Karla.

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