El actor Leonardo DiCaprio considera que "la fama es algo contra natura, es extraña al hombre, pero uno trata de adaptarse. No me quejo, me apasiona mi trabajo, en caso contrario pararía", según publica el diario francés Le Figaro.
Declaraciones en las que el actor holliwoodiens habla de su última película, Mentiras de Estado, en la que encarna a un agente de la CIA que persigue a terroristas en el mundo árabe.
Su personaje, asegura, vive el dilema de "tener conciencia y escrúpulos, pero hace promesas que no mantiene. Algunos podrían ver en ello una metáfora de la actitud norteamericana en relación a otras naciones".
También revela que para interpretar la última escena, en la que es sometido a tortura, habló con un antiguo director de la CIA, al que no identifica, porque "hacía falta que (la escena) fuese realista o la película perdería toda su credibilidad. Yo deseaba obtener información sobre lo que un agente divulgaría en una situación extrema".
En terreno político
En el terreno político, DiCaprio se muestra escéptico respecto a la influencia que los artistas de izquierdas de Hollywood tienen en la vida de los Estados Unidos.
A este respecto, está convencido de que mediante películas y otras obras de entretenimiento que denuncien ciertos problemas se puede hacer reflexionar a la gente "sin imponer un sistema de creencias o una ideología concreta. Nunca llegarás a convencer a nadie recurriendo a la ideología, como todavía puede creer la izquierda bienpensante de Hollywood".
Contra Bush
El actor se manifiesta en términos más críticos respecto al desprecio mostrado por el presidente George W. Bush hacia la causa de la ecología y le culpa de que Estados Unidos vaya a la cola del mundo en este terreno, cuando "deberíamos haber dado ejemplo invirtiendo en energías y tecnologías alternativas.
Scorsese es nuestro Picasso
En relación a uno de los grandes directores con los que más ha rodado, el oscarizado Martin Scorsese, DiCaprio asegura que "es uno de los últimos grandes artistas norteamericanos. Es nuestro Picasso. Con él estoy en el aprendizaje y el desafío permanente".
Declaraciones en las que el actor holliwoodiens habla de su última película, Mentiras de Estado, en la que encarna a un agente de la CIA que persigue a terroristas en el mundo árabe.
Su personaje, asegura, vive el dilema de "tener conciencia y escrúpulos, pero hace promesas que no mantiene. Algunos podrían ver en ello una metáfora de la actitud norteamericana en relación a otras naciones".
También revela que para interpretar la última escena, en la que es sometido a tortura, habló con un antiguo director de la CIA, al que no identifica, porque "hacía falta que (la escena) fuese realista o la película perdería toda su credibilidad. Yo deseaba obtener información sobre lo que un agente divulgaría en una situación extrema".
En terreno político
En el terreno político, DiCaprio se muestra escéptico respecto a la influencia que los artistas de izquierdas de Hollywood tienen en la vida de los Estados Unidos.
A este respecto, está convencido de que mediante películas y otras obras de entretenimiento que denuncien ciertos problemas se puede hacer reflexionar a la gente "sin imponer un sistema de creencias o una ideología concreta. Nunca llegarás a convencer a nadie recurriendo a la ideología, como todavía puede creer la izquierda bienpensante de Hollywood".
Contra Bush
El actor se manifiesta en términos más críticos respecto al desprecio mostrado por el presidente George W. Bush hacia la causa de la ecología y le culpa de que Estados Unidos vaya a la cola del mundo en este terreno, cuando "deberíamos haber dado ejemplo invirtiendo en energías y tecnologías alternativas.
Scorsese es nuestro Picasso
En relación a uno de los grandes directores con los que más ha rodado, el oscarizado Martin Scorsese, DiCaprio asegura que "es uno de los últimos grandes artistas norteamericanos. Es nuestro Picasso. Con él estoy en el aprendizaje y el desafío permanente".
Leonardo+Dicaprio leo+opina hombre actor
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