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Más conocido como Legolas de El Señor de los Anillos, tiene 26 años y es la nueva estrella inglesa de Hollywood. Ahora interpreta a un pirata sensible en el éxito La Maldición del Perla Negra. Para Ti entrevistó a este héroe del cine "como los de antes" en Los Angeles, California, en donde vive la mayor parte del tiempo y no para de trabajar.
Hay que verlo para conocerlo. Quien lo haya visto en la piel de Legolas, en la saga de El Señor de los Anillos, se habrá quedado con su imagen platinada, gélida y casi desalmada. Tampoco es Will, el héroe confundido sobre su propia identidad y anestesiado por el amor de una doncella que interpreta en La Maldición del Perla Negra. El verdadero Orlando Bloom (26) es mucho mejor que sus mejores personajes: simpático, desenvuelto y espontáneo, desenfadado y tímido en un justo y atractivo equilibrio, así es la nueva estrella de Hollywood que llegó de Kent, Londres.
"Desde chico siempre me gustaron esas personas que veía en la televisión y el teatro, y cuando me enteré de que no eran reales sino que interpretaban personajes, me di cuenta de que quería ser eso: ¡muchas personas a la vez… desde Superman hasta un vendedor de panchos!". Así resume hoy Orlando Bloom el nacimiento de su vocación por la actuación, profesión que estudió durante años y como pocos entre sus colegas.
-Legolas y Will son héroes… ¿Sentís una atracción especial por interpretar a ese tipo de personajes?
-¡Sólo soy un héroe para mi madre!, pero no hace falta hacer grandes cosas para ser un verdadero héroe. Es estar detrás de las cosas importantes y no hacer alarde de ellas ni fijarse en los créditos.
-¿Cuáles son las diferencias entre tus dos papeles más reconocidos hasta el momento: Legolas y Will?
-Legolas es un luchador que busca el bien, inteligente, veloz, casi invencible. Su capacidad de entendimiento y su silencio a veces lo hacen parecer distante, pero es un personaje de un gran corazón. Will, en cambio, es valiente pero no invencible y, lo que más valoro de él, es que se atreve a todo por amor y por lo que cree.
-¿Vos sos tan romántico como él?
-No me considero un romántico tradicional, pero me gusta estar en las cosas pequeñas, en cuidar el día a día de las relaciones, y sí me considero un caballero.
-¿Qué es para vos lo más importante de tu vida?
-Mi familia, mis amigos y la gente que quiero. Lo que más valoro es ver a mi familia, estar con mis abuelos y con mis amigos. Y para mí, salir a comer con amigos es más aventura que filmar una película de piratas fantasma. Me interesa por encima de todo evolucionar y crecer como persona, e ir madurando. No quiero estancarme y, en lo laboral, estoy abierto a tomar roles diferentes y diversificarme.
-¿Creés que tu personaje en El Señor de los Anillos te puede marcar para siempre?
-Es lindísimo sentirte apreciado por un trabajo y me encanta que me escriban, pero a veces te sentís raro. Me llegan muchas cartas porque mis fans saben que no manejo para nada las computadoras y nunca mandé un mail en mi vida. Para mí es un gusto y un honor interpretar a Legolas, pero confío en que habrá otros papeles para mí, otros buenos directores y proyectos que me ayuden a crecer en esta profesión.
De La Maldición del Perla Negra cuenta que la participación de Johnny Depp encabezando el elenco fue clave para querer formar parte del filme. "El siempre fue una inspiración para mí", confiesa, aunque enseguida aclara que la imagen de "chico rebelde" a él no le sienta bien. "No me considero para nada un rebelde, y creo haber roto las mismas reglas que todo el mundo: multas por exceso de velocidad, y alguna vez entré sin pagar a una discoteca".
-Y ahora que sos vos el que estará siendo una inspiración para otro actor que viene detrás tuyo, ¿qué consejos le darías?
-Sobre todo, que no elija sus personajes por el dinero. Y que, al hacerlos, los interprete de la manera más real y pura posible. Y si le toca el éxito, que siempre recuerde de dónde viene y por qué se convirtió en actor: por el simple gusto y la pasión por la actuación.
Fuente: Para Ti
Texto Delfina Moyano, enviada a L.A. Fotos Gentileza The Walt Disney Company
Hay que verlo para conocerlo. Quien lo haya visto en la piel de Legolas, en la saga de El Señor de los Anillos, se habrá quedado con su imagen platinada, gélida y casi desalmada. Tampoco es Will, el héroe confundido sobre su propia identidad y anestesiado por el amor de una doncella que interpreta en La Maldición del Perla Negra. El verdadero Orlando Bloom (26) es mucho mejor que sus mejores personajes: simpático, desenvuelto y espontáneo, desenfadado y tímido en un justo y atractivo equilibrio, así es la nueva estrella de Hollywood que llegó de Kent, Londres.
"Desde chico siempre me gustaron esas personas que veía en la televisión y el teatro, y cuando me enteré de que no eran reales sino que interpretaban personajes, me di cuenta de que quería ser eso: ¡muchas personas a la vez… desde Superman hasta un vendedor de panchos!". Así resume hoy Orlando Bloom el nacimiento de su vocación por la actuación, profesión que estudió durante años y como pocos entre sus colegas.
-Legolas y Will son héroes… ¿Sentís una atracción especial por interpretar a ese tipo de personajes?
-¡Sólo soy un héroe para mi madre!, pero no hace falta hacer grandes cosas para ser un verdadero héroe. Es estar detrás de las cosas importantes y no hacer alarde de ellas ni fijarse en los créditos.
-¿Cuáles son las diferencias entre tus dos papeles más reconocidos hasta el momento: Legolas y Will?
-Legolas es un luchador que busca el bien, inteligente, veloz, casi invencible. Su capacidad de entendimiento y su silencio a veces lo hacen parecer distante, pero es un personaje de un gran corazón. Will, en cambio, es valiente pero no invencible y, lo que más valoro de él, es que se atreve a todo por amor y por lo que cree.
-¿Vos sos tan romántico como él?
-No me considero un romántico tradicional, pero me gusta estar en las cosas pequeñas, en cuidar el día a día de las relaciones, y sí me considero un caballero.
-¿Qué es para vos lo más importante de tu vida?
-Mi familia, mis amigos y la gente que quiero. Lo que más valoro es ver a mi familia, estar con mis abuelos y con mis amigos. Y para mí, salir a comer con amigos es más aventura que filmar una película de piratas fantasma. Me interesa por encima de todo evolucionar y crecer como persona, e ir madurando. No quiero estancarme y, en lo laboral, estoy abierto a tomar roles diferentes y diversificarme.
-¿Creés que tu personaje en El Señor de los Anillos te puede marcar para siempre?
-Es lindísimo sentirte apreciado por un trabajo y me encanta que me escriban, pero a veces te sentís raro. Me llegan muchas cartas porque mis fans saben que no manejo para nada las computadoras y nunca mandé un mail en mi vida. Para mí es un gusto y un honor interpretar a Legolas, pero confío en que habrá otros papeles para mí, otros buenos directores y proyectos que me ayuden a crecer en esta profesión.
De La Maldición del Perla Negra cuenta que la participación de Johnny Depp encabezando el elenco fue clave para querer formar parte del filme. "El siempre fue una inspiración para mí", confiesa, aunque enseguida aclara que la imagen de "chico rebelde" a él no le sienta bien. "No me considero para nada un rebelde, y creo haber roto las mismas reglas que todo el mundo: multas por exceso de velocidad, y alguna vez entré sin pagar a una discoteca".
-Y ahora que sos vos el que estará siendo una inspiración para otro actor que viene detrás tuyo, ¿qué consejos le darías?
-Sobre todo, que no elija sus personajes por el dinero. Y que, al hacerlos, los interprete de la manera más real y pura posible. Y si le toca el éxito, que siempre recuerde de dónde viene y por qué se convirtió en actor: por el simple gusto y la pasión por la actuación.
Fuente: Para Ti
Texto Delfina Moyano, enviada a L.A. Fotos Gentileza The Walt Disney Company
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