Benjamín Vicuña

Si bien en Chile es uno de los actores más respetados de su generación, en la Argentina recién ahora lo estamos conociendo: no sólo está esperando su segundo hijo con la modelo Carolina “Pampita” Ardohain, también coprotagoniza junto a Joaquín Furriel Don Juan y su bella dama, la nueva telenovela de Telefé –motivo por el cual están viviendo en Buenos Aires–. Cruzando la Cordillera, ya participó en once películas y trabajó bajo las órdenes de los directores más prestigiosos de su país. Además, tiene un centro cultural en sociedad con Gonzalo Valenzuela (pareja de Juana Viale), un restó, una revista y hasta su propia productora de televisión.

“Los estaba esperando”, dice Benjamín al equipo de Cosmo que lo va a entrevistar, y si la primera impresión es la que cuenta, nos derretimos cuando despliega su sonrisa sexy y nos abre los brazos y las puertas de su intimidad. Este bombón nacido hace 29 años en Santiago de Chile, aclara que es tímido, aunque bromea con confianza. “Mi infancia fue como la de cualquier chico, con recuerdos lindos y feos. Solía ser muy retraído, casi autista”, recuerda con un dejo de nostalgia, que lo hace muchísimo más sensual. En esta charla exclusiva con Cosmo, Benjamín no sólo nos cuenta la historia de su vida, sino sus proyectos futuros y su presente feliz en las orillas del Río de la Plata.

Cosmo ¿Qué te sedujo de Pampita?
Benjamín Me enamoró su historia.

C ¿Creés en el amor a primera vista?
B No, no creo... pero a mí me pasó.

C ¿Qué debe tener una mujer para enamorarte?
B ¡Paciencia! (Risas), porque soy un poco inquieto y desordenado.

C ¿Sos apasionado?
B Sí, sí. Es una virtud, pero también un defecto por la irresponsabilidad a la que te puede llevar la pasión. Es lindo para los libros, pero para la vida real...

C ¿Qué mirás en una mujer?
B Lo primero que miro son las caderas. Me gustan las caderas con swing.

C ¿Y qué creés que les gusta a las mujeres de vos ?
B ¡Justamente eso, el swing! (Risas). Y bueno, también soy bastante caradura.

C ¿Tuviste éxito con las chicas?
B Y, me ha ido muy bien, pero por favor decilo en voz baja (bromea).

C ¿Cómo es tu forma de amar?
B Cuido a la persona que quiero, le doy atención, la protejo. Y además me gusta hacer buenos regalos, pensarlos bien, descubrir qué es lo que desea o necesita ella poniéndome en su lugar. Y con el tiempo aprendí a ser más demostrativo, pero todavía me cuesta. Es algo que tuve que mejorar de mí porque, si no, ¡me quedaba solo!

C ¿Cómo es tu cita ideal?
B Y, hoy en día tengo que pensar primero en dejar a los niños en la casa para poder estar solos (risas). Yo soy más diurno que nocturno, y me gusta un programa que dure varias horas. Poder irnos de viaje, en lo que sea: auto, avión, barco... la sola sensación de estar de viaje ya me gusta.

C ¿Qué es lo más osado que hiciste por amor?
B Bueno, ¡eso está clarísimo! (Risas). También una vez seguí a una chica hasta el baño para preguntarle si muchos hombres se habían tirado al río por la belleza de su boca... (risas).

C ¿Qué cosa te pone hot?
B Que una mujer sea desprejuiciada y que vaya al frente. Que me diga algo que me impacte.

C ¿El amor dura toda la vida?
B Yo creo que uno puede tener varias vidas en una. Mi papá se casó tres veces y, obviamente, no es lo ideal. Quiero construir una familia y que mis hijos tengan a sus padres unidos. Pero aprendí que después del fracaso uno puede encontrar a otra persona y ser feliz.

Benjamín es muy divertido, hace chistes constantemente y verdaderamente nos estaba esperando para la entrevista: mientras charlamos, nos ofrece gaseosas y unos exquisitos brownies. Habla bajito y con un tonito “shileno” que lo hace muy especial.

“Soy el menor de cuatro hermanos, pero de chico jugaba solo, con mis amigos invisibles. Me acuerdo de uno que se llamaba ‘El Investigador’ y siempre andábamos detrás de alguna pista. Desde chico me gusta observar, cosa que me sirvió mucho luego para ser actor”.

C ¿Cómo te llevás con la fama?
B Es raro. En Chile ya no puedo sentarme tranquilo a tomar un café y observar. Y para mí es un placer cuando voy a otros países y puedo darme el lujo de mirar tranquilo.

C ¿Qué hacés en tu tiempo libre?
B Tengo una vida súper ajetreada. Me involucro con los personajes que tengo que representar y con sus disciplinas, realmente me pongo a estudiarlos. Por ejemplo, hice el papel de un director de orquesta y estudié piano seis meses para eso. Entonces, no me queda mucho tiempo para mí, y ahora que tengo mi familia trato de invertir el tiempo en ella.

C ¿De chico soñabas con ser actor?
B No. La primera vez que pisé un escenario (entre comillas, claro) fue cuando tomé la primera comunión. Yo era monaguillo y los feligreses eran mi público... (mira hacia arriba, se sonríe). Te juro que me temblaban las piernas, la bandeja, ¡todo!

C ¿Te agarró pánico escénico?
B Pero pánico mal... Dije: “esto no es lo mío”, no me gustaba ser el centro de atención. Pero las ironías del destino hicieron que ahora no sea yo quien observa, ahora me miran a mí.

C ¿Hay actores en tu familia?
B No, soy el único. ¡Ojalá viniera de una familia de artistas! Es como un sueño frustrado que tengo. Vengo de una familia típica: mi papá se dedica a los negocios y mi madre tiene también sus ocupaciones, pero los hijos, como reacción, salimos todos muy diferentes a ellos. Nos revelamos.

C ¿Te sentís rebelde?
B Sí, pero me he ido acostumbrando y calmando. La llegada de los hijos me hizo más convencional de lo que yo mismo creía. Pero lo importante es que aún hay cosas con las que no transo y eso me mantiene coherente con lo que soy.

C ¿En el colegio eras un chico malo?
B Era del montón. Ahí descubrí que lo mío era el lado más humanista: la literatura, la historia, el arte, la música y el teatro.

C Venís de una familia muy tradicional de Chile, ¿eso te pesa?
B (Interrumpe) Tal vez yo no esté a la altura de mi apellido, sabes... Te confieso que en un momento me pesó, porque no me gusta que me encasillen. Tanto que me peleé con mis padres y estuvimos distanciados tres años.

C ¿Ser un Vicuña te abrió puertas?
B No. Como actor empecé de cero. Las cosas no me fueron más fáciles por ser Benjamín Vicuña. Y lo agradezco porque me gustan esos desafíos. Me imagino que si mi hija el día de mañana quiere ser actriz va a tener muchos contactos. Va a tener dos salas de teatro para poder actuar (ironiza). Va a tener el camino bastante allanado.

C ¿Tuviste suerte en tu carrera?
B Sí, la verdad que sí... tengo un ángel que me cuida y es el mismo que me trajo a la Argentina. Igual, nada es gratis: trabajo muchísimo y tengo talento, pero no me sobra .

C ¿Qué cosas te ponen feliz?
B Los proyectos en los que me involucro desde el origen, como el centro cultural donde yo soy el responsable. También mi trabajo por los niños en UNICEF. Eso me da orgullo.


Benjamín Vicuña hombres bellos entrevista Benjamín Vicuña