Nacido en el Líbano y criado en Londres, utilizó internet para dar a conocer su canción más emblemática. Hoy su voz resuena en todas partes, y su extravagante figura y perfomance copan las pantallas de tevé alrededor del mundo… Ya a primera vista surgió una comparación –inevitable– nada menos que con el mismísimo Freddie Mercury, la estrella mítica de Queen, semejanza que hoy todos confirman como su llave a la gloria.
Cuando interpreté por primera vez mi canción ‘Grace Kelly’ me dijeron: ‘Marchate y traenos un hit…’”. Así comienza –en primera persona– la increíble historia de Michael Holbrook Penniman (24), hoy mundialmente conocido como Mika, autor y voz cantante de uno de los mayores sucesos de la temporada. Se presentó en sociedad nada menos que con una canción homenaje a la malograda princesa de Mónaco, su inspiración y su obsesión. “Trato de ser como ella, pero todas sus miradas eran tan tristes…”, afirma sugestivamente el cantante tantas veces rechazado por sellos independientes y grandes compañías que, raramente, con él se pusieron de acuerdo entorno a los malos augurios para su carrera.
Estaban equivocados, pero por suerte está internet… Porque, decidido a que el mundo escuchara su voz, Mika subió su tema y videoclip correspondiente al sitio MySpace, y todo se dio vuelta: en un abrir y cerrar de ojos (o mejor dicho, de computadoras), medio millón de personas escucharon la canción, la recomendaron a sus amigos y empezaron a tararear ese tema que parecía devolver a la vida a Freddie Mercury, líder del grupo Queen… aunque al verlo otro parecido no menos halagador saltaba a la vista: Mick Jagger en su mejor momento. Entonces Mika fue contratado por Casablanca Records, y recibió un pasaje directo a Los Angeles para la grabación de su primer disco, Life in Cartoon Motion, editado por Island Records UK, y que fue un éxito instantáneo: el hit “Grace Kelly” fue número 1 en el Reino Unido, y los discos de oro empezaron a rodar por Europa y los Estados Unidos, donde atacó desde la pantalla de la poderosa cadena MTV. La canción es además un manifiesto contra las discográficas y una declaración para que la felicidad vuelva a ser considerada un valor corriente. “No se puede estar como un loco demostrando ser feliz”, asegura Mika, quien para el rodaje de su primer video convocó a conocidos y amigos, y hasta su hermana menor fue la estrella del clip.
Su “vida en dibujos animados” (traducción al español del título de su ópera prima) ofrece canciones/himnos con evocaciones para todos los gustos: además de Freddie Mercury y Jagger, también flotan en el aire influencias de otros como Elton John, George Michael, Beck… “Siento que estoy viviendo en una de mis canciones”, manifiesta el artista que, recientemente sobre el escenario del iTunes Festival, en Londres, donde compartió cartel con Travis y Paul McCartney, entre otros, sorprendió con una original versión de “Sweet Dreams”, de Eurythmics. De su puño y letra escribió “Billy Brown”, sobre un hombre que “descubre” su homosexualidad; “Relax, Take it Easy”, en la que pide disculpas a todas aquellas personas cuyas historias tomó prestadas para sus canciones y convirtió en caricaturas; y “Big Girl, You Are Beautiful”, referida a la belleza de las mujeres gorditas. “Ellas también son bonitas y tienen derecho a ser felices”, declara al respecto.
El público, las ventas y hasta la crítica especializada –y especialista en defenestrar a fenómenos pop– están a favor de este joven larguirucho de dos metros de altura, tez blanca, pelo oscuro y enrulado, delgadísimo, que toca el piano de cola con zapatillas.
El soprano pop
Nacido en Beirut, de padre norteamericano y madre libanesa, Mika es el hijo del medio de cinco hermanos (sus nombres son Jazmin, Palome, Zulaika y Fortune). Apenas tenía un año cuando debió huir de la enésima –pero no la última– guerra en El Líbano. Pasó por Chipre, Francia y finalmente Londres, donde comenzó a estudiar música. A los 9 años atribuyeron a su dislexia sus problemas de comunicación en la escuela. Mientras tanto, él desarrollaba el idioma que mejor le salía: la música. A los 13 años, el cantante de ópera ruso Alla Ardakov fue su maestro full time y lo ayudó a desarrollar su particular registro de soprano. “No empecé a hacer música por ambición sino porque siempre me resultó una manera más fácil de contar una historia o hablar de mi realidad”, escribió para sus millones de flamantes fans en su sitio en la red. Mientras intentaba estudiar una carrera tradicional –Ciencias Económicas–, pasaba horas en el Royal College of Music de Londres, plataforma de sus primeras incursiones artísticas, nada menos que en el Royal Opera House, y pagaba cuentas y estudios escribiendo e interpretando jingles publicitarios. La aerolínea British Airways y los chicles Orbit fueron algunos de sus clientes.
Su look es cuidadosamente indefinido: usa pantalones pitillo y chaquetas con camisetas, estilo dandy desaliñado. Enseguida el universo fashion captó su mensaje, y se convirtió en imagen del diseñador inglés Paul Smith y de la campaña Motorola RED, que unió a la empresa de telefonía con la fundación dirigida por Bono, líder de U2.
“Un gran porcentaje de mi personalidad es libanesa. De su cultura, a la que pertenezco con orgullo, heredé el sentido del humor que puede estar también en algo muy profundo”, cuenta Mika, quien sobre el escenario se suele rodear de artistas de circo. “Si todos te dicen que sos medio freak y demasiado raro, entonces hay que seguir el juego y armar un circo a tu alrededor”, proclama. Abajo, en primera fila para verlo y ovacionarlo suelen estar admiradoras vip como la cantante Nelly Furtado, la pequeña star de Hollywood Dakota Fanning, la actriz Keira Knightley y la diseñadora top Stella McCartney.
La BBC de Londres lo anunció: “Mika es el cantante más prometedor en Europa”. ¿Reencarnación de Freddie Mercury? ¿Jagger recargado? ¿Un joven Frankenstein concebido mediante la suma de todos los mitos e hitos del rock y el pop? Elton John, más Beck, más Bowie… ¿O simplemente Mika, quien no le teme a ninguna comparación? “Para llegar a ser el más grande hay que mirarse en el espejo de los más grandes”. “Don’t stop me now, cause I’m having a good time, having a good time…” (“No me pares ahora porque estoy pasando un buen momento…”). Este fragmento de la reconocida canción “Don’t Stop Me Now” de Freddie Mercury, su padrino desde los cielos, lo describe perfectamente.
[ Texto Valeria Mariño Fotos Universal Music/A. Atlántida ]
Cuando interpreté por primera vez mi canción ‘Grace Kelly’ me dijeron: ‘Marchate y traenos un hit…’”. Así comienza –en primera persona– la increíble historia de Michael Holbrook Penniman (24), hoy mundialmente conocido como Mika, autor y voz cantante de uno de los mayores sucesos de la temporada. Se presentó en sociedad nada menos que con una canción homenaje a la malograda princesa de Mónaco, su inspiración y su obsesión. “Trato de ser como ella, pero todas sus miradas eran tan tristes…”, afirma sugestivamente el cantante tantas veces rechazado por sellos independientes y grandes compañías que, raramente, con él se pusieron de acuerdo entorno a los malos augurios para su carrera.
Estaban equivocados, pero por suerte está internet… Porque, decidido a que el mundo escuchara su voz, Mika subió su tema y videoclip correspondiente al sitio MySpace, y todo se dio vuelta: en un abrir y cerrar de ojos (o mejor dicho, de computadoras), medio millón de personas escucharon la canción, la recomendaron a sus amigos y empezaron a tararear ese tema que parecía devolver a la vida a Freddie Mercury, líder del grupo Queen… aunque al verlo otro parecido no menos halagador saltaba a la vista: Mick Jagger en su mejor momento. Entonces Mika fue contratado por Casablanca Records, y recibió un pasaje directo a Los Angeles para la grabación de su primer disco, Life in Cartoon Motion, editado por Island Records UK, y que fue un éxito instantáneo: el hit “Grace Kelly” fue número 1 en el Reino Unido, y los discos de oro empezaron a rodar por Europa y los Estados Unidos, donde atacó desde la pantalla de la poderosa cadena MTV. La canción es además un manifiesto contra las discográficas y una declaración para que la felicidad vuelva a ser considerada un valor corriente. “No se puede estar como un loco demostrando ser feliz”, asegura Mika, quien para el rodaje de su primer video convocó a conocidos y amigos, y hasta su hermana menor fue la estrella del clip.
Su “vida en dibujos animados” (traducción al español del título de su ópera prima) ofrece canciones/himnos con evocaciones para todos los gustos: además de Freddie Mercury y Jagger, también flotan en el aire influencias de otros como Elton John, George Michael, Beck… “Siento que estoy viviendo en una de mis canciones”, manifiesta el artista que, recientemente sobre el escenario del iTunes Festival, en Londres, donde compartió cartel con Travis y Paul McCartney, entre otros, sorprendió con una original versión de “Sweet Dreams”, de Eurythmics. De su puño y letra escribió “Billy Brown”, sobre un hombre que “descubre” su homosexualidad; “Relax, Take it Easy”, en la que pide disculpas a todas aquellas personas cuyas historias tomó prestadas para sus canciones y convirtió en caricaturas; y “Big Girl, You Are Beautiful”, referida a la belleza de las mujeres gorditas. “Ellas también son bonitas y tienen derecho a ser felices”, declara al respecto.
El público, las ventas y hasta la crítica especializada –y especialista en defenestrar a fenómenos pop– están a favor de este joven larguirucho de dos metros de altura, tez blanca, pelo oscuro y enrulado, delgadísimo, que toca el piano de cola con zapatillas.
El soprano pop
Nacido en Beirut, de padre norteamericano y madre libanesa, Mika es el hijo del medio de cinco hermanos (sus nombres son Jazmin, Palome, Zulaika y Fortune). Apenas tenía un año cuando debió huir de la enésima –pero no la última– guerra en El Líbano. Pasó por Chipre, Francia y finalmente Londres, donde comenzó a estudiar música. A los 9 años atribuyeron a su dislexia sus problemas de comunicación en la escuela. Mientras tanto, él desarrollaba el idioma que mejor le salía: la música. A los 13 años, el cantante de ópera ruso Alla Ardakov fue su maestro full time y lo ayudó a desarrollar su particular registro de soprano. “No empecé a hacer música por ambición sino porque siempre me resultó una manera más fácil de contar una historia o hablar de mi realidad”, escribió para sus millones de flamantes fans en su sitio en la red. Mientras intentaba estudiar una carrera tradicional –Ciencias Económicas–, pasaba horas en el Royal College of Music de Londres, plataforma de sus primeras incursiones artísticas, nada menos que en el Royal Opera House, y pagaba cuentas y estudios escribiendo e interpretando jingles publicitarios. La aerolínea British Airways y los chicles Orbit fueron algunos de sus clientes.
Su look es cuidadosamente indefinido: usa pantalones pitillo y chaquetas con camisetas, estilo dandy desaliñado. Enseguida el universo fashion captó su mensaje, y se convirtió en imagen del diseñador inglés Paul Smith y de la campaña Motorola RED, que unió a la empresa de telefonía con la fundación dirigida por Bono, líder de U2.
“Un gran porcentaje de mi personalidad es libanesa. De su cultura, a la que pertenezco con orgullo, heredé el sentido del humor que puede estar también en algo muy profundo”, cuenta Mika, quien sobre el escenario se suele rodear de artistas de circo. “Si todos te dicen que sos medio freak y demasiado raro, entonces hay que seguir el juego y armar un circo a tu alrededor”, proclama. Abajo, en primera fila para verlo y ovacionarlo suelen estar admiradoras vip como la cantante Nelly Furtado, la pequeña star de Hollywood Dakota Fanning, la actriz Keira Knightley y la diseñadora top Stella McCartney.
La BBC de Londres lo anunció: “Mika es el cantante más prometedor en Europa”. ¿Reencarnación de Freddie Mercury? ¿Jagger recargado? ¿Un joven Frankenstein concebido mediante la suma de todos los mitos e hitos del rock y el pop? Elton John, más Beck, más Bowie… ¿O simplemente Mika, quien no le teme a ninguna comparación? “Para llegar a ser el más grande hay que mirarse en el espejo de los más grandes”. “Don’t stop me now, cause I’m having a good time, having a good time…” (“No me pares ahora porque estoy pasando un buen momento…”). Este fragmento de la reconocida canción “Don’t Stop Me Now” de Freddie Mercury, su padrino desde los cielos, lo describe perfectamente.
[ Texto Valeria Mariño Fotos Universal Music/A. Atlántida ]
Mika Autor cantante grace+kelly
me gusto mucho la nota sobre mika .... es un gran cantante y genera muchas sensaciones diferentes , creo que se merece que lo conozcan en todo el mundo y va por un buen camino , espero que no se pierda ( como les pasa a muchos) y siga por donde viene ....
ResponderEliminar