“Nadie me quiere"
Cristian Castro dijo que desde que se separó de Valeria Liberman su carrera "se fue a pique" y que nadie va a sus conciertos.
El cantante mexicano Cristian Castro aseguró hoy que su carrera se fue a pique por su relación con la abogada argentina Valeria Liberman y que ahora sólo la prensa amarillista lo quiere, mientras que su aún esposa exige 25 mil dólares mensuales por manutención temporal.
"Nadie me quiere", excepto "la prensa amarilla", dijo el intérprete durante una audiencia en la que los abogados de ambos se enfrascaron en una guerra de cifras como parte de la disputa financiera de la pareja, quien tramita su divorcio.
"Yo no tengo dinero, soy una persona artísticamente que estoy en el suelo, ella tiene todo. A mis conciertos no van (el público), a pesar de que me contratan. A los únicos que les intereso es a la prensa amarilla, mi carrera cayó con Valeria, la gente no está invirtiendo en mí", manifestó el cantante.
Ante la corte de lo familiar presidida por el juez Jerald Bagley, Castro y su defensa trataron de mostrar a Liberman como una mujer muy gastadora que compraba cuatro mil dólares de ropa al mes, mientras los abogados de Valeria pintaron a Castro como un exitoso artista que sólo el año pasado tuvo ingresos superiores a 850 mil dólares.
En la sesión de más de dos horas en la que ambos estuvieron presentes, los abogados de Liberman pidieron que se le otorgue una manutención temporal de 25 mil dólares mensuales, en tanto el equipo de Castro ofreció cinco mil, al argumentar que Valeria no tiene que pagar casa o impuestos de propiedad.
Además a Cristian Castro se le informó que la empresa que tenía con su aún esposa, donde manejaban las regalías de sus canciones, es totalmente propiedad de ella, cuando él estaba enterado que compartían el 50 por ciento de las ganancias.
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