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sábado, 5 de julio de 2008

El galán carioca que destronó a Arana y a Echarri






BUENOS AIRES.- En un país donde los galanes propiamente dichos escasean (desde hace varios años sólo Facundo Arana y Pablo Echarri ocupan este lugar), es lógico que todas las argentinas estén hipnotizadas con “Siete pecados”, la novela brasileña que se emite por Telefe y que tiene como protagonista a Reynaldo Gianecchini.
Pero... ¿quén es este muchacho que tanto revuelo causa? Tal vez por su nombre sea difícil ubicarlo, pero su rostro es inconfundible, ya que trabajó en muchas de las telenovelas brasileñas que, luego del éxito de “El clon”, invadieron en seguidilla la televisión argentina. Ya desde “Lazos de familia” -en 2006-, hasta “El color del pecado”, “Terra Speranza” y “Bellíssima”, el ex modelo carioca viene cautivando a las fanáticas de los culebrones, según detalló un informe de Terra.
Un metro noventa, 34 años y un leve parecido a Matthew Fox (Jack, en “Lost”), Gianecchini es furor en el mundo entero. Además de ser el actor más codiciado en Brasil, fue seleccionado por la revista People como uno de los 25 hombres más sensuales del mundo. Sin embargo, este brasileño con apellido italiano no sólo cautiva a las mujeres con su belleza, sino también con su vida personal, bastante parecida a la de una telenovela.
Reynaldo se casó con Marília Gabriela, una periodista que lo dobla en edad y que, además, es la madre de su mejor amigo. Luego de ocho años, la relación se terminó y se divorciaron en 2006. Aquellos que piensen que él se cansó de estar con una mujer mayor, se equivocan. Fue ella quién lo abandonó y lo dejó con el corazón hecho trizas. Al poco tiempo, se vio al galán muy consolado por una joven mujer. Pero no era una rubia despampanante, ni una bella actriz. Se trata de Petra, la hija de Gilberto Gil, una voluminosa cantante mulata que desfiló en el Carnaval de Río para, según explicó, “defender a la brasileña común, la que tiene estrías y celulitis”. A pesar de que aún se los sigue viendo juntos en eventos, fiestas y cumpleaños, ellos desmintieron el romance y aseguraron que sólo son excelentes amigos.


La historia de “Siete pecados” se desarrolla en una gran ciudad donde Beatriz, una joven rica y caprichosa, desea seducir a un taxista llamado Dante, a quien conoce por casualidad. Sin embargo, la mujer no logra su cometido, ya que el chofer es un padre de familia ejemplar y fiel esposo.
Herida en su orgullo, Beatriz se deja influenciar por los malos consejos de su amiga Agatha para inducirlo a los siete pecados capitales: avaricia, gula, envidia, ira, lujuria, pereza y soberbia. Pero no todo sale como se preveía. Mientras Dante se desvirtúa en pecados, ella se regenera en virtudes y descubre la generosidad, la paciencia y la humildad.
Dirigida por Walcyr Carrasco, “Siete Pecados” fue grabada en la ciudad de Bariloche. El año pasado, los principales actores y un equipo técnico que incluyó a una veintena de argentinos estuvieron grabando en el tradicional hotel Llao Llao y en la hostería de la Isla Victoria, abierta especialmente para la ocasión. Esta será, en la ficción, la postergada luna de miel que Dante le ofrece a Clarice, con la que ya tiene dos hijos.
Y en ese viaje será que Dante vuelva a cruzarse con Beatriz. El primer encuentro ocurre a poco de empezar la novela, cuando el honesto taxista atropella a la descuidada pobre niña rica. “Me declaro fanático de la Argentina -aseguró Gianecchini, quien aprovechó su estadía para tomar algunas clases de tango-. Es maravilloso estar aquí, en uno de los lugares más hermosos del mundo”.
Según el actor, la historia de “Siete pecados” gira en torno a cómo las personas pueden pecar y redimirse de sus tropiezos sin demasiados problemas . “Con escenas de humor, Carrasco (que es mi personaje) promete sorprender y atrapar a todo aquel que caiga en la tentación de ver esta novela”, señaló entre risas Gianecchini. (Especial)

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